Hidratación en la menopausia

Índice

• La sequedad en la menopausia
• Hidratación interna en la menopausia
• Hidratación externa en la menopausia

La sequedad en la menopausia

Los estrógenos participan en muchas funciones del organismo, por lo que su disminución causa muchos síntomas aparte de los sofocos, como la sequedad de todas las mucosas (piel, vagina, boca). Esta sequedad causa una serie de problemas a la mujer:

- Sequedad vaginal: la mucosa y la flora vaginal se ven alteradas, por lo que disminuye la hidratación y lubricación de la vagina, lo que provoca dolor en las relaciones sexuales con penetración, más riesgo de contraer infecciones vaginales y atrofia vaginal.

- Sequedad en la boca o xerostomía: la disminución del flujo salival causa sequedad en las mucosas de la boca, produciendo xerostomía o boca seca que puede derivar en complicaciones como caries, mal aliento, gingivitis o el síndrome de la boca ardiente.

- Sequedad ocular: las mucosas de los ojos también pueden secarse causando ojo seco, un trastorno que produce picor, sensación de arenilla en el ojo, lagrimeo excesivo, cansancio ocular, irritación, rojez, etc.

- Sequedad de la piel: los estrógenos participan en la síntesis de colágeno, una sustancia esencial para mantener la piel hidratada, por lo que, al disminuir sus niveles, la piel se vuelve más seca y frágil. También disminuye la elastina y el ácido hialurónico.

Hidratación interna en la menopausia

Los niveles de estrógeno disminuyen en esta etapa, lo que puede afectar la capacidad del cuerpo para retener agua. Esto hace que suframos deshidratación que, como veíamos, afecta a todas las mucosas.

Para mantener una buena hidratación, es importante beber suficiente agua y líquidos saludables, como infusiones de hierbas y caldos. Se aconseja beber unos 2,5 litros de agua al día.

Asimismo, hay que evitar el consumo excesivo de cafeína y el alcohol ya que aumentan la deshidratación.

Además, una dieta rica en frutas y verduras, que contienen agua y electrolitos, puede ayudar a mantener una buena hidratación interna.

Hidratación externa en la menopausia

Para mantener la piel bien hidratada y evitar la sequedad, el picor o las arrugas, se debe usar a diario una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel (seca, mixta o grasa). Es conveniente que esta crema esté formulada con ingredientes naturales y esté libre de químicos agresivos. Se debe aplicar después de lavar bien la cara con agua tibia y jabón que respete el pH de la piel. La exfoliación regular también puede ayudar a mantener la piel más hidratada, así como los cosméticos con ingredientes antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E, el colágeno, la coenzima Q10, etc.

Si hablamos de la sequedad bucal, se aconseja beber mucha agua, evitar la cafeína y el alcohol, comer caramelos o chicles sin azúcar o usar aerosoles especiales que combaten la sequedad.

En cuanto a la sequedad ocular, se debe evitar el uso excesivo de las pantallas, usar gotas o lágrimas artificiales, usar un humidificador para mantener la humedad del ambiente y dormir unas 7 horas al día.

Por último, la sequedad vaginal es el problema más habitual en las mujeres durante el climaterio, tanto antes como después de la llegada de la menopausia. Además, sus consecuencias afectan a la salud de la mujer y a su vida sexual, por lo que se debe tratar cuanto antes. El tratamiento más habitual son los lubricantes naturales que se aplican antes de mantener relaciones sexuales. Otra opción son los hidratantes vaginales, que se aplican a diario, vayas a mantener relaciones o no, para ayudar a combatir el resto de los síntomas (ardor, picor, irritación…). Los tratamientos hormonales con estrógeno también pueden ayudar a reducir la sequedad, tanto tomados por vía oral como en parches. Para los casos más graves puedes recurrir al láser intravaginal de CO2 que utiliza el calor para estimular la producción de colágeno de las células de la zona vaginal y sustituir las capas más secas de la piel por células nuevas.

Puedes usar también geles formulados con productos naturales que mantienen la hidratación de las mucosas, como soja, trébol rojo o lúpulo que favorecen la regeneración del epitelio vaginal.