Hormigueo durante la menopausia
La menopausia no es una enfermedad, pero sí comporta una serie de cambios fisiológicos que pueden provocar ciertos síntomas o trastornos molestos como las parestesias, es decir, sensaciones de adormecimiento y hormigueo en las extremidades. ¿Por qué aparece este hormigueo? ¿Cómo se puede tratar?
Índice
¿Por qué aparecen las parestesias en la menopausia?
La menopausia es un momento en la vida de todas las mujeres que marca el final de la vida fértil. Tras unos 30 años de menstruaciones, los ovarios dejan de funcionar debido al descenso de las hormonas sexuales femeninas, lo que significa el fin de la regla y, como decíamos de la vida fértil o de la posibilidad de lograr un embarazo de manera natural.
Este momento llega entre los 45 y los 55 años, depende de cada mujer y de sus circunstancias personales, pero generalmente lo hace en torno a los 50 años.
Además, el descenso de los estrógenos y la progesterona, las principales hormonas sexuales femeninas, causa otra serie de cambios y trastornos ya que, sobre todo los estrógenos, intervienen en otras muchas funciones. Por eso, aparecen una serie de síntomas molestos como pérdida de interés sexual, nerviosismo y ansiedad, sofocos y sudoraciones nocturnas, dolor de cabeza, vértigos, mareos y parestesias, es decir, sensaciones de adormecimiento y hormigueo en las extremidades.
Este último síntoma no es muy común, es decir, no es de los más habituales entre las mujeres postmenopáusicas, pero sí puede aparecer debido a los cambios hormonales que afectan al funcionamiento del sistema nervioso central. Aunque puede afectar a cualquier parte del cuerpo, es más habitual en los pies, las piernas, los brazos y las manos.
En la mayoría de los casos este hormigueo o sensación de adormecimiento es una molestia leve que puede ocurrir después de adoptar una misma postura durante un tiempo largo o al presionar un nervio y se alivia en cuanto desaparece la compresión. Sin embargo, algunas mujeres pueden llegar a sentir un gran dolor, afectando a su vida cotidiana e incluso haciendo que pierdan el equilibrio al andar si se han dormido los dedos de los pies o los pies enteros o que pierdan la capacidad de agarre.
Asimismo, otras mujeres pueden experimentar esta hipersensibilidad, hormigueo y entumecimiento por las noches, haciendo que se despierten y tengan problemas para conciliar el sueño de nuevo y descansar. Es lo que se conoce como “síndrome de las piernas inquietas”, más frecuente en la menopausia tardía (60 años). Este síndrome obliga a la mujer a levantarse de la cama y moverse o darse un masaje para que desaparezca la incómoda sensación y pueda volverse a dormir.
Tratamiento para el hormigueo
Existen diversas posibilidades para controlar y tratar este problema, sobre todo para aquellas mujeres que lo experimentan a menudo, con gran intensidad y que afecta a su vida diaria o su descanso nocturno.
1- Tratamiento farmacológico. La terapia de reemplazo hormonal que se emplea para tratar los síntomas de la menopausia en general sirve para equilibrar las hormonas, lo que puede ayudar a evitar el hormigueo, además de otros síntomas como los sofocos. Este tratamiento es totalmente seguro siempre que un médico controle la dosis y el tiempo de administración y solo está contraindicado en algunos casos (mujeres con cáncer o antecedente de cáncer, trombosis (coágulos de sangre) en las piernas o los pulmones, accidente cerebrovascular, enfermedades hepáticas o sangrado vaginal inexplicable).
2- Cambios en el estilo de vida. Controlar el peso y evitar el sobrepeso, no fumar, no beber alcohol, hacer ejercicio moderado al menos 4 veces por semana y seguir una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, puede ayudar a limitar los síntomas molestos de la menopausia. El ejercicio, por ejemplo, aumenta el riego sanguíneo a las extremidades, impidiendo que aparezca este hormigueo o adormecimiento.
3- Masajes. Los masajes favorecen el flujo sanguíneo a las manos y los pies. Puedes darte un masaje todos los días, especialmente antes de irte a la cama si los hormigueos son nocturnos, con una crema hidratante o una crema específica para evitar este hormigueo y el síndrome de las piernas inquietas.
4- Ciertas vitaminas pueden ayudan a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso, como las del complejo vitamínico B. Puedes tomar alimentos que contengan estas vitaminas o suplementos si tu médico lo considera necesario.
5- Las técnicas de relajación pueden resultar de mucha ayuda para controlar estos y otros signos de la menopausia.
6- Cuidado postural. Ten cuidado con las posturas al sentarte o tumbarte. Sentada debes mantener la espalda recta y los pies apoyados sobre una superficie plana. Evita cruzar las piernas. Si tienes que pasar mucho tiempo sentada, levántate de vez en cuando y da un breve paseo.
7- Calcetines o medias de compresión. Si tu trabajo te obliga a pasar mucho tiempo de pie, estos calcetines o medias pueden ayudarte a mejorar el flujo de sangre a las piernas, evitando que aparezca este problema.
Fuente:
Asociación Española para el Estudio de la MenopausiaSanitas, https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-salud/estrogenos.html