Canas en la menopausia, ¿cómo afecta esta etapa al pelo?

Canas en la menopausia, ¿cómo afecta esta etapa al pelo?

Existe una estrecha relación entre nuestro cabello y las hormonas, por lo que es normal que este se vea afectado por la llegada de la menopausia… Veamos cómo y qué podemos hacer para evitarlo.

Índice

¿Qué son las canas y por qué aparecen?

Las canas, también conocidas como cabellos grises o cabellos blancos, son pelos que han perdido su pigmento natural y han adquirido un tono blanco o plateado. A medida que envejecemos, las células que producen el pigmento del cabello, llamado melanina, comienzan a disminuir su actividad. Esto lleva a la pérdida gradual de color en el cabello y a la aparición de canas.

Por eso, son más frecuentes a partir de los 30 y 40 años y una de los principales causas de su aparición es el envejecimiento.

La genética también juega un papel importante en la aparición más o menos temprana de las canas, pero hay otros factores que pueden contribuir a las canas, como el estrés crónico, ciertas condiciones médicas, deficiencias nutricionales y el tabaquismo. También se ha observado que la falta de vitamina B12 y la acumulación de peróxido de hidrógeno en el folículo piloso pueden desempeñar un papel en el blanqueamiento del cabello.

¿Y las hormonas? ¿Afecta la menopausia a las canas?

Realmente no hay una relación directa entre la llegada de la menopausia y la aparición de más canas ya que, como veíamos antes, la causa principal de las canas es el envejecimiento. A medida que envejecemos, las células que producen el pigmento del cabello (melanina) pueden volverse menos activas o dejar de producir melanina por completo, lo que hacen que vayan apareciendo cada vez más pelos blancos en nuestro cabello.

No obstante, la menopausia suele llegar a las mujeres en torno a los 50 años y sí es cierto que, a partir de esta edad, podemos notar más en nuestro cuerpo los cambios causados por el envejecimiento, incluida la aparición de canas, por lo que ambos procesos coinciden en el tiempo.

Lo que sí pueden causar los cambios hormonales de esta etapa, especialmente la disminución de los estrógenos y la progesterona, es una disminución de la calidad y el grosor del cabello, haciendo que este se vuelva más débil y fino, haciendo que las canas se vuelvan más visibles. No es que salgan más canas por la menopausia, pero los cambios hormonales de esta sí harán que nortes más las canas que tienes, por eso pueden relacionarse también ambos procesos fisiológicos.

¿Qué otros cambios en el pelo se notan con la llegada de la menopausia?

Algunos cambios habituales en el cabello en esta etapa son:

- Adelgazamiento del cabello: la disminución de los niveles de estrógeno puede hacer que el cabello se vuelva más delgado, ya que se reduce la producción de queratina, una proteína clave para la salud y el grosor del cabello. Por eso se vuelve más fino, menos brillante y menos voluminoso.

- Pérdida de cabello: algunas mujeres pueden experimentar una mayor caída del cabello durante la menopausia. Esto se debe a la disminución de los niveles de estrógeno, que puede afectar el ciclo de crecimiento del cabello. No obstante, esta caída de cabello no es tan pronunciada como en los hombres con alopecia androgenética.

- Cambios en la textura del cabello: el pelo puede volverse más seco, áspero o encrespado. Esto se debe a la disminución de los niveles de aceites naturales en el cuero cabelludo y la falta de humedad.

Recuerda que no todas las mujeres experimentan los mismos cambios con la llegada de la menopausia. Algunas pueden experimentar cambios mínimos que pasen desapercibidos. Si por el contrario tu pelo se ve muy afectado por estos cambios hormonales, debes saber cómo cuidarlo.

Consejos para cuidar el pelo en la menopausia

Aquí tienes algunos consejos para cuidar tu cabello durante la menopausia:

1. Sigue una dieta equilibrada: una alimentación saludable y equilibrada es fundamental para la salud del cabello. Asegúrate de consumir suficientes proteínas, vitaminas (especialmente vitamina A, vitamina E y vitamina C), minerales (como hierro y zinc) y ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes son importantes para evitar la sequedad y el debilitamiento.

2. Bebe mucha agua: el agua es esencial para mantener tu cabello hidratado desde adentro hacia afuera. También puedes utilizar acondicionadores y tratamientos hidratantes para el cabello para mantenerlo suave y manejable y evitar el encrespamiento. Una mascarilla al acabar el lavado te ayudará a mantenerlo hidratado.

3. Evita el uso excesivo de aparatos como secadores, planchas y rizadores que dañan el cabello y lo vuelven seco y frágil.

4. Lava tu cabello son suavidad y no más de 2 o 3 veces a la semana. Elige champús naturales sin sulfatos que no eliminen los aceites naturales del cabello. Evita lavarlo con agua caliente, ya que puede contribuir a la sequedad. Enjuaga bien el champú y el acondicionador para evitar la acumulación de productos en el cuero cabelludo y el cabello.

5. Protege tu cabello del sol y los agentes ambientales: los rayos solares, la contaminación y otros agentes ambientales pueden dañar el cabello y hacerlo más vulnerable. Usa sombreros o pañuelos para protegerlo del sol y evita la exposición excesiva a elementos dañinos.

6. Cuida tu pelo evitando peinados tirantes, trenzas apretadas o el uso de elásticos y accesorios que puedan dañar o romper el cabello. Utiliza peines de dientes anchos o cepillos suaves para desenredar el cabello.

7. Usa suplementos capilares: si sufres una gran caída de cabello, puedes usar suplementos capilares que contengan nutrientes específicos para promover el crecimiento y la salud del cabello. Consulta a tu profesional de dermatología.

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