Blefaritis y menopausia

Blefaritis y menopausia

Los cambios hormonales de la menopausia pueden afectar a la salud de los ojos, causando problemas como el ojo seco o la blefaritis, es decir, la inflamación de los párpados. Descubre cómo prevenir y tratar este problema ocular.

Índice

¿Qué es la blefaritis?

La blefaritis es la inflamación de los párpados. Normalmente afecta a ambos ojos a lo largo de los bordes de los párpados.

Los signos y síntomas de la blefaritis suelen notarse más por las mañanas:

- Ojos llorosos o lagrimeo excesivo

- Ojos rojos

- Sensación de arena, ardor o escozor en los ojos

- Párpados de aspecto grasoso

- Picazón en los párpados

- Párpados rojos e hinchados

- Descamación de la piel que rodea los ojos

- Pestañas con costras

- Párpados pegados

- Sensibilidad a la luz

- Orzuelo recurrente

- Visión borrosa, fotofobia, blefaroespasmo y dolor en los caos más graves

Entre las causas principales de la blefaritis encontramos la dermatitis seborreica, infección del ojo, obstrucción de las glándulas sebáceas de los párpados, rosácea, uso de lentes de contacto, alergias u ojos secos, un problema muy habitual en la menopausia.

La cirugía ocular previa, como la cirugía refractiva, la cirugía de cataratas o las cirugías oculares múltiples, también pueden ser un factor de riesgo.

Tipos de blefaritis

La blefaritis puede ser anterior, cuando afecta la base de las pestañas, o posterior, cuando afecta las glándulas de Meibomio.

La blefaritis anterior se divide en varios tipos: seborreica (cuando produce un material grasiento parecido a la caspa), infecciosa (causada por infección por estafilococos u hongos) o parasitaria (infestación de Demodex).

La blefaritis posterior involucra las glándulas de Meibomio, que secretan lípidos, encargados de la homeostasis de las lágrimas. Por lo tanto, cuando hay una disfunción de las glándulas de Meibomio, se produce el ojo seco que puede dar lugar a la blefaritis.

¿Por qué es más frecuente la blefaritis en la menopausia?

La disminución de estrógenos que se produce con la llegada de la menopausia reseca las mucosas de todo el cuerpo, incluidos los ojos. Esa disminución de la secreción de las mucosas modifica la cantidad y calidad de la película lagrimal, lo que puede causar xeroftalmía u ojo seco, un problema muy habitual entre las mujeres en el climaterio; casi tanto como los sofocos.

Cuando esto ocurre, la mujer puede experimentar sensación de arenilla en los ojos, prurito, sensación de cuerpos extraños, pesadez… y, si no se trata adecuadamente este ojo seco, puede producir la inflamación de los párpados, es decir, blefaritis.

Por eso, esta enfermedad ocular es muy habitual durante los años previos y posteriores ala menopausia, por lo que es necesario saber cómo prevenir y tratar este problema.

¿Cómo prevenir la blefaritis y el ojo seco?

- Cuando realices actividades al aire libre, protégete con gafas del sol y del viento, que aumentan la sequedad ocular.

- No abuses de las pantallas electrónicas y, cuando tengas que estar mucho rato delante de ellas, descansa los ojos cada 30 minutos, parpadea frecuentemente y no te juntes mucho a la pantalla.

- Descansa y duerme las horas adecuadas para que el cuerpo entre en la fase REM, la que actúa como regenerativo de la superficie ocular y permite que el ojo se recupere del cansancio del día.

- Cuida la higiene de los párpados retirando cuidadosamente el maquillaje y limpiando la delicada piel de la zona con un producto especial para el contorno de ojos. Si tienes legañas, quítalas con cuidado con una gasa y suero fisiológico o salino, retirando siempre hacia fuera para evitar la infección del ojo.

- Aplica calor sobre los párpados con compresas calientes, con los ojos cerrados durante 5 minutos. Así conseguimos dilatar los orificios de salida de las glándulas para facilitar su drenaje.

- Masajea los párpados, realizando movimientos verticales en dirección a las pestañas para facilitar la salida de bacterias y de grasa.

- Si se tiene el ojo seco, usar lágrimas artificiales con ingredientes naturales a menudo.

- Evita el uso excesivo de la calefacción y el aire acondicionado, que resecan los ojos. Si se tienen que usar, colocar un humidificador para humedecer el ambiente.

- Evita la aplicación de productos de maquillaje en el borde interno del párpado, ya que esto puede obstruir los poros de las glándulas de Meibomio.

- Evita frotarte los ojos, aunque se noten molestias, ya que podemos infectar los párpados y debilitar la córnea y provocar un queratocono.

- Sigue una dieta rica en ácidos grasos omega 3 para un funcionamiento saludable de las glándulas de Meibomio. Estos ácidos grasos saludables se encuentran en los pescados azules, los pescados grasos, los frutos secos, etc. También se puede recurrir a suplementos dietéticos con omega 3 que tienen efecto antiinflamatorio.

¿Cómo se trata la blefaritis?

El diagnóstico se hace mediante la inspección de los párpados, el historial clínico y se pueden realizar algunas pruebas como coger una muestra para cultivo, pruebas de sensibilidad en casos de blefaritis infecciosa, interferometría, tiempo de ruptura lagrimal y osmolaridad para verificar la calidad de las lágrimas. Si se sospecha de blefaritis posterior se puede realizar una meibografía para determinar si hay atrofia de las glándulas de Meibomio.

El tratamiento de oftalmología debe ser individualizado y dirigido a la causa que origina la afección. La blefaritis anterior se trata con higiene del párpado usando toallitas especiales para ello. Si hay infección bacteriana, se pueden recetar algunos antibióticos tópicos. Si la infección es por Demodex, se pueden usar preparaciones de aceite de árbol de té. En casos graves, se puede recurrir a la microexfoliación palpebral.

En cuanto a la blefaritis posterior, el tratamiento suele ser con compresas tibias y masaje de párpados. En algunos casos, se puede realizar terapia con luz pulsada intensa regulada (IRPL).

También se pueden usar antiinflamatorios orales o tópicos para reducir la inflamación del párpado. Se utilizan gotas o ungüentos de esteroides, generalmente solo para las personas que no responden a otros tratamientos.

Además, tanto en la blefaritis anterior como en la posterior hay que echarse lágrimas artificiales a menudo para evitar el ojo seco.

Es importante acudir a un profesional de medicina y tratarlo cuanto antes ya que, aunque la blefaritis no suele causar complicaciones, el ojo seco sí puede dar lugar a problemas de visión, cataratas o glaucoma.

Fuente:

Redacción: Irene García

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