Síntomas de falta de vitamina D

Síntomas de falta de vitamina D

El déficit de vitamina D es algo muy habitual y, de hecho, recientes estudios han descubierto que la falta de esta vitamina se ha convertido en una epidemia silenciosa, especialmente en países en los que más sol hay, como España, algo que resulta paradójico ya que la vitamina D se sintetiza a partir de la luz del Sol.

Índice

La vitamina D es un nutriente básico para nuestra salud, pero, desgraciadamente, los estudios apuntan a que, en países como España, más del 40% de los españoles menores de 65 años y más del 80% de los mayores de esta edad sufre déficit de vitamina D. Estos datos son alarmantes ya que la falta de vitamina D está relacionado con problemas como la osteoporosis, la osteomalacia o el raquitismo en niños.

Esto se debe, entre otras muchas causas, a la elevada contaminación de las ciudades, aunque también el consumo de ciertos fármacos o una dieta pobre en alimentos que contienen esta vitamina pueden provocar este déficit.

¿Cuánta vitamina D necesito?

La cantidad de vitamina D diaria depende de la edad y el sexo:

Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI

Niños entre 1 y 13 años: 600 UI

Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI

Adultos de 19 a 70 años: 600 UI

Adultos mayores de 71 años: 800 UI

Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI

Síntomas de falta de vitamina D

El déficit de vitamina D puede provocar los siguientes síntomas:

- Fatiga

- Pesimismo

- Estado de ánimo depresivo

- Excitabilidad

- Debilidad muscular, sobre todo en la parte inferior de la espalda y en las caderas

- Nerviosismo

- Insomnio

- Antojo de alimentos dulces

- Caries y gingivitis

Y es que la vitamina D interviene en muchos procesos dentro del organismo. Por ejemplo, ayuda al sistema a aprovechar y absorber el fósforo y el calcio ligados al desarrollo y mantenimiento de los huesos. También juega un rol en su sistema nervioso, muscular e inmunitario. Por eso, la falta de vitamina D se ha relacionado con muchas enfermedades como el cáncer, enfermedades metabólicas, cardiovasculares o autoinmunes.

Como muchos de los síntomas de déficit de vitamina D pueden confundirse con otros problemas, sobre todo durante la menopausia ya que algunos síntomas son parecidos a los que aparecen en este cambio hormonal, para cerciorarse es necesario realizar un análisis de sangre para medir la concentración de este nutriente en el plasma. Un nivel normal está por encima de 30 ng/ml entre 20 y 30 es un nivel insuficiente, y por debajo de 20 es deficiente.

Causas de la falta de vitamina D

El déficit de vitamina D es más frecuente en personas que sufren ciertos problemas o en ciertas etapas de la vida:

- Durante la lactancia materna, ya que la leche materna no contiene suficiente vitamina D, por eso se les da suplementos de esta vitamina hasta los 12 meses.

- En el embarazo.

- En la menopausia. Durante esta etapa, los niveles hormonales, especialmente de estrógenos, disminuyen, lo cual afecta negativamente el metabolismo óseo y la absorción de calcio. La vitamina D juega un papel crucial en la salud ósea, muscular e inmunológica, por lo que su déficit puede agravar problemas típicos de la menopausia.

- Personas con intolerancia al gluten o personas de malabsorción.

- Personas con sobrepeso u obesidad.

- Enfermos renales o hepáticos crónicos.

- Personas que toman corticoides.

- En personas que siguen una dieta pobre en alimentos con vitamina D.

- En personas que se exponen poco a la luz solar.

- Adultos mayores, porque su piel no produce vitamina D cuando toman sol de manera tan eficaz.

- Personas de piel oscura, porque tienen menos capacidad de producir vitamina D del sol.

- Personas con osteoporosis.

¿Por qué falta vitamina D en la menopausia?

1. Disminución de estrógenos: Los estrógenos ayudan a mantener los niveles adecuados de vitamina D. Su descenso reduce la capacidad del cuerpo para metabolizar esta vitamina.

2. Menor exposición al sol: Las mujeres mayores tienden a pasar menos tiempo al aire libre, lo cual limita la síntesis cutánea de vitamina D.

3. Cambios en la piel: Con la edad, la piel pierde eficiencia para producir vitamina D a partir de la exposición solar.

4. Dieta insuficiente: Muchas mujeres no consumen suficientes alimentos ricos en vitamina D.

Consecuencias de la deficiencia de vitamina D en la menopausia

• Osteopenia u osteoporosis: Aumenta el riesgo de fracturas óseas.

• Debilidad muscular: Mayor propensión a caídas.

• Dolor óseo y articular.

• Alteraciones inmunológicas y mayor riesgo de infecciones.

• Posible asociación con trastornos del estado de ánimo, como la depresión (aunque se necesita más evidencia conclusiva).

¿Qué alimentos contienen vitamina D?

La fuente principal de vitamina D es la luz solar. De hecho, hasta un 90% de la vitamina D que obtenemos viene de esta fuente. Sin embargo, hasta un 10% pueden proporcionárnosla diferentes alimentos como el pescado azul (especialmente el salmón), los moluscos, los crustáceos, la yema de huevo, el hígado, el queso y los lácteos enteros. También se puede recurrir a los alimentos enriquecidos con esta vitamina, como la leche o los cereales.

Y, como decíamos, el sol es la fuente principal de vitamina D, por lo que se recomienda tomar el sol al menos 15 minutos al día sin protección, evitando quemarse, para que la piel pueda sintetizar la vitamina D.

Tratamiento para el déficit de vitamina D

El tratamiento en casos de falta de vitamina D es la suplementación durante el tiempo necesario hasta que se eleven los niveles y añadir alimentos ricos en esta vitamina, así como la exposición al sol. En ocasiones, es necesario también añadir suplementos de calcio.

Después, se controlarán los niveles de concentración de vitamina D cada 3 o 6 meses hasta que se regulen.

¿Es malo tomar mucha vitamina D?

Aunque es complicado obtener demasiada vitamina D, la toxicidad por vitamina D puede ser muy perjudicial y causar náuseas, vómitos, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso.

También puede afectar a los riñones y elevar los niveles de calcio en sangre, lo que da lugar a una hipercalcemia que puede causar confusión, desorientación y problemas en el ritmo cardiaco.

Fuente:

Redacción: Irene García

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