Salud vaginal en la menopausia

Salud vaginal en la menopausia

Los cambios hormonales de la menopausia pueden afectar la salud vaginal de diversas formas. Descubre estos cambios y cómo minimizarlos, tratarlos o evitarlos para que la menopausia sea una etapa mejor.

Índice

Cambios en la salud vaginal durante la menopausia

- Atrofia vaginal: la disminución de estrógenos, junto con el envejecimiento de los tejidos, puede hacer que el tejido vaginal se vuelva más delgado, seco y menos elástico, condición conocida como atrofia vaginal o vaginitis atrófica.

- Sequedad vaginal: la disminución del estrógeno puede causar sequedad vaginal al disminuir la producción del flujo vaginal que humecta la vagina, lo que puede llevar a molestias y dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).

- Infecciones vaginales: la alteración del pH vaginal y la flora bacteriana puede aumentar el riesgo de infecciones vaginales. Los cambios en la microbiota vaginal también producen cambios en el olor del flujo vaginal y más prurito y escozor.

- Incontinencia urinaria: los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse, lo que puede contribuir a problemas de incontinencia.

- Cambios en la vulva: la reducción de los niveles hormonales cambia la anatomía de la vulva, pudiendo disminuir su tamaño, elasticidad e hidratación, lo que también dificulta las relaciones sexuales.

- Prolapso genital: es el descenso de órganos de la pelvis (vejiga urinaria, útero o recto) a través de la vagina, lo que puede ocurrir si el suelo pélvico es débil.

¿Cómo mantener la salud vaginal al llegar la menopausia?

1. Usa lubricantes a base de agua durante las relaciones sexuales y humectantes vaginales para aliviar la sequedad.

2. La terapia hormonal, tanto sistémica como local (cremas, anillos o tabletas vaginales), puede ser eficaz para aliviar los síntomas. Es importante discutir los riesgos y beneficios con un médico ya que está contraindicado en algunos casos.

3. Mantén una buena higiene vaginal y elige productos suaves, sin químicos y que respeten el pH vaginal. Puedes usar un gel específico para la limpieza de los genitales externos, elaborado a base de ácido láctico y lactoserum, o un jabón neutro. La vagina por dentro no se limpia.

4. Evita el uso excesivo de productos que puedan irritar (jabones perfumados, duchas vaginales).

5. Realiza con frecuencia los ejercicios de Kegel para ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico y reducir la incontinencia y el riesgo de prolapso. Los hipopresivos también pueden ayudarte.

6. Mantén una dieta equilibrada y haz ejercicio regularmente para mejorar la salud en general y contribuir a un mejor estado de salud vaginal.

7. Visita al ginecólogo regularmente para chequeos y discutir cualquier síntoma nuevo o preocupante, incluido aquello que te preocupe a nivel sexual.

8. Evita tóxicos como el tabaco y el alcohol.

9. Evita la ropa interior de tejidos sintéticos, seda o licra. Es mejor que sea de algodón, que es más transpirable, evitando el exceso de humedad que contribuye a las infecciones. Evita también la ropa muy ajustada.

10. Si tienes que tomar antibióticos para tratar alguna infección bacteriana, recurre a los probióticos para evitar cambios en la flora vaginal que aumente el riesgo de infecciones vaginales.

11. Lleva un buen control de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes, que pueden causar alteraciones vaginales y sexuales.

12. Existen tratamientos regenerativos no hormonales para regenerar la vulva y la vagina y mejorar la función sexual, como el ácido hialurónico, el plasma rico en plaquetas (PRP), el láser ablativo ginecológico o el láser de diodo.

13. Mantener relaciones sexuales de manera regular puede ayudar a mantener la elasticidad y la salud vaginal.

14. Bebe suficiente agua al día para mantenerte bien hidratada por dentro y por fuera.

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