Menopausia y ronquidos

Menopausia y ronquidos

Los ronquidos, asociados generalmente a los hombres, afectan también a las mujeres, sobre todo tras la llegada de la menopausia. ¿Por qué las mujeres roncan más al llegar a esta etapa? ¿Qué podemos hacer contra los ronquidos?

Índice

¿Por qué las mujeres roncan más al llegar la menopausia?

Los ronquidos son más frecuentes en los hombres debido a que ellos tienen más tejido muscular en las vías respiratorias y la relajación de estos músculos desata el ronquido. Sin embargo, al llegar la menopausia, las cifras en mujeres que roncan pasan del 25 hasta el 60%, es decir, más de la mitad de mujeres de más de 50 años sufre ronquidos por la noche.

La causa de estos ronquidos es la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona, sustancias que ayudan a reforzar los músculos y las sustancias blandas de la cavidad respiratoria que, al ver cómo estas hormonas descienden, se relajan, causando la aparición de los ronquidos. Y es que cuando estos músculos y tejidos blandos que rodean la tráquea se vuelven más laxos, se produce el colapso y las mujeres no pueden respirar tan fácilmente cuando duermen, por lo que roncan y sufren un despertar brusco con jadeo o asfixia. 

¿Son peligrosos los ronquidos?

Los ronquidos no son peligrosos ni causan problemas de salud, tan solo pueden ser molestos para la persona con la que se comparte cama. Sin embargo, la National Sleep Foundation estadounidense afirma que, tras la llegada de la menopausia, la mujer tiene más posibilidades de sufrir insomnio y mayores pausas en la respiración nocturna, lo que puede derivar en una apnea obstructiva del sueño, una enfermedad que sí puede ser grave.

Este trastorno del sueño aparece cuando los músculos de la garganta se relajan intermitentemente y bloquean las vías respiratorias durante el sueño. Además de ronquidos, la apnea obstructiva del sueño puede causar somnolencia diurna excesiva, despertar brusco con jadeo, asfixia, dolor de garganta al despertar, dolor de cabeza, presión arterial alta, sudoración nocturna, disminución de la libido… y, a la larga, puede causar complicaciones serias como problemas cardiovasculares, problemas oculares, ansiedad, depresión, etc.

Por eso, si sufres ronquidos y apneas, es recomendable acudir a una clínica del sueño para que te hagan una serie de pruebas y, en caso de padecer apnea obstructiva, te indiquen el tratamiento a seguir, que suele ser el uso de una máquina que suministra presión de aire a través de una pieza que encaja en la nariz o que se coloca sobre la nariz y la boca mientras duermes (máscara CPAP (presión positiva continua en la vía aérea).

¿Qué hacer si padezco ronquidos?

Si padeces ronquidos tras la llegada de la menopausia, debes seguir estos consejos:

- Controla el peso, ya que el sobrepeso y la obesidad aumentan los ronquidos por la acumulación de grasa en los músculos del cuello, que estrecha la vía aérea y dificulta la salida de aire. Está demostrado que los obesos tienen 5 veces más posibilidades de roncar.

- Sigue una dieta sana y equilibrada.

- Haz ejercicio de manera regular, te ayudará a adelgazar a y tener una mejor salud.

- Evita el tabaco y el alcohol. El alcohol relaja los músculos de la boca y de la garganta y dificulta la respiración.

- Reduce la cafeína.

- Reduce el estrés.

- Usa una almohada especial que permita que la cabeza y la garganta estén alineadas y así se pueda respirar mejor.

- Evita dormir boca arriba, ya que la lengua y otros tejidos se van hacia atrás y constriñen la vía aérea. Es mejor dormir de lado.

- Algunos medicamentos pueden aumentar los ronquidos, como los relajantes musculares, los tranquilizantes y los antihistamínicos.

- Algunos productos antirronquidos pueden ser efectivos, como los dispositivos bucales que adelantan la mandíbula o las tiras adhesivas nasales de dilatación, aunque estas son más eficaces en casos de congestión nasal.

- La Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) que sirve para controlar los síntomas propios de la menopausia también puede ayudar a reducir los problemas de insomnio.

- Hacer ejercicios con la lengua antes de dormir también puede reducir en un 36% la frecuencia de los ronquidos y un 59% la potencia de los mismos. Este ejercicio se realzia de la siguiente manera: pega la punta de la lengua al paladar y arrástrala hacia atrás. Pega la lengua al paladar y presiona. Haz que la lengua se mantenga en el suelo de la boca mientras que la punta está en contacto con los dientes delanteros. Levanta el paladar blando y la campanilla pronunciando la vocal A.

Y, como decíamos, si padeces también pausas respiratorias o apneas mientras duermes debes acudir al médico para que valore si padeces apnea obstructiva del sueño, un trastorno que puede llegar a ser grave.

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