Menopausia y sangrado de encías

Menopausia y sangrado de encías

Los cambios hormonales de la menopausia hacen a las mujeres más vulnerables a ciertas enfermedades bucales, incluida la gingivitis o sangrado de las encías. Por eso, es importante que cuides especialmente tu salud bucal desde que comiences con los primeros síntomas de la premenopausia.

Índice

 

¿Por qué las hormonas afectan a la boca?

La menopausia llega cuando, tras 12 meses consecutivos sin la regla, los ovarios dejan de funcionar y ovular y la vida fértil de la mujer llega a su fin. Previo a este momento, la mayoría de las mujeres atraviesa una etapa conocida como perimenopausia en la que las hormonas sexuales femeninas, estrógenos y progesterona, sufren subidas y bajadas en sus niveles, por lo que la mujer comienza a experimentar una serie de síntomas ligados a estos cambios hormonales, como sofocos, insomnio, ansiedad, sequedad vaginal, etc.

Además de estos síntomas más conocidos, los cambios hormonales también pueden afectar a la salud bucal. La bajada de los estrógenos causa alteración del gusto, ardor en la boca y una mayor sensibilidad. Asimismo, al generar menos saliva, los dientes se vuelven más sensibles a la caries o las enfermedades de las encías.

Gingivitis o sangrado de las encías

La gingivitis es una enfermedad bucal que causa irritación, enrojecimiento e hinchazón (inflamación) de la parte de las encías que rodea la base de los dientes. Si no se trata, puede llevar a una enfermedad de las encías mucho más grave, llamada «periodontitis», y a la pérdida de dientes.

Durante la menopausia, es habitual sufrir un tipo de gingivitis denominado gingivitis descamativa que causa que el tejido se enrojezca, duela y sangre, ya sea de manera espontánea o al cepillarse los dientes.

Además, la capa externa de las encías se separa, dejando la raíz del diente expuesta, lo que puede causar sensibilidad al calor y al frío, además de un problema estético.

Los principales síntomas de la gingivitis son:

- Encías inflamadas o hinchadas

- Encías de color rojo oscuro o violáceo

- Encías que sangran fácilmente al cepillarse

- Mal aliento

- Encías retraídas

- Encías sensibles

¿Qué otras enfermedades son comunes?

Además de la gingivitis que causa el sangrado de las encías, existen otros problemas bucales muy habituales al llegar la menopausia:

1- Xerostomía o sequedad bucal: la disminución de las hormonas provoca menos cantidad de saliva, lo que produce sequedad bucal. Esto aumenta las posibilidades de desarrollar caries o cualquier otra enfermedad, ya que la saliva ayuda a limpiar la boca de bacterias. Además, genera otras molestias como mal aliento, dificultades para saborear los alimentos o tragar, boca pastosa, sequedad de garganta, labios agrietados, etc.

2- Síndrome de la boca ardiente: se caracteriza por notar una fuerte sensación de ardor, quemazón, escozor o adormecimiento de la lengua, las encías y los labios.

3- Adelgazamiento de la mucosa bucal: al disminuir los estrógenos, las mucosas de todo el cuerpo se vuelven más frágiles, incluidas las de la boca.

4- Caries radiculares: la gingivitis descamativa de la que hablábamos antes, junto a la sequedad bucal, aumenta las posibilidades de sufrir caries.

5- Deterioro dental: el envejecimiento produce la pérdida general de la salud bucal, el brillo y el blanco original, haciendo que se vuelvan más opacos y amarillos.

6- Periodontitis y pérdida de hueso: la osteoporosis afecta también a los dientes, causando la pérdida de piezas dentales.

¿Cómo evitar estos problemas bucales?

- Si notas la boca seca, puedes chupar trocitos de hielo, beber agua y bebidas sin cafeína o usar un spray para la boca seca.

- Usa una pasta fluorada especial con receta para reducir el riesgo de caries dental.

- Evita alimentos salados, picantes, pegajosos y azucarados, así como alimentos secos que sean difíciles de masticar.

- Evita también el alcohol, el tabaco y la cafeína.

- Consulta a tu médico si es necesario que tomes suplementos de calcio y vitamina D para evitar la pérdida de masa ósea.

- Acude al dentista con regularidad para detectar y tratar cualquier problema cuanto antes.

- Lávate los dientes después de cada comida y usa hilo dental y enjuague.

- Si tienes mayor sensibilidad, usa una pasta de dientes de baja abrasividad para que no se dañen más las encías.

- Consume alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, C y E, que fortalecen los huesos y las mucosas.

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