Síntomas de la menopausia precoz

Síntomas de la menopausia precoz

La menopausia precoz es aquella que llega antes de lo normal, es decir, a una edad mucho más temprana de la media, por debajo de los 45 años. Los síntomas de la menopausia precoz son los mismos que los de la menopausia normal, pero es cierto que pueden ser más intensos y durar más tiempo.

Índice

¿Qué es la menopausia precoz?

La menopausia es un proceso fisiológico natural que forma parte de la vida de cualquier mujer, una etapa más que supone el fin de las menstruaciones y de la vida fértil. No es una enfermedad, sino una fase más en la vida que llega, normalmente, entre los 45 y los 55 años.

Sin embargo, en ocasiones, la menopausia se adelante y aparece antes de los 45 años, incluso antes de los 40 años, en lo que se conoce como menopausia precoz. Solo el 5 % experimenta este tipo de menopausia, por lo que no es lo habitual y suele estar motivada por alguna de estas causas:

- Historial familiar, es decir, viene marcado por la genética.

- El estilo de vida, ya que se ha demostrado que fumar, beber mucho alcohol o seguir una dieta rica en ciertos nutrientes puede adelantar la menopausia incluso en dos años.

- El estrés.

- La salud general.

- Haber sufrido una histerectomía completa o una ooforectomía bilateral (la extirpación de los ovarios) suele desencadenar la menopausia y síntomas más marcados al ser una “menopausia quirúrgica”.

- Haber sufrido tratamientos para el cáncer como la quimioterapia o la radioterapia, especialmente en edades tempranas.

- Enfermedades autoinmunes que afectan a los ovarios, como enfermedad de la tiroides y artritis reumatoidea.

- La ingesta de ciertos medicamentos.

- Padecer VIH o SIDA y no tener bien controlada la enfermedad con los medicamentos adecuados.

- Ciertas enfermedades cromosómicas como el síndrome de Turner.

- Padecer el Síndrome de fatiga crónica.

Síntomas de la menopausia precoz

Los síntomas son los mismos que los de la menopausia que llega más tarde

- Ciclos irregulares hasta su completo final: durante los meses previos a la menopausia los ciclos se vuelven irregulares y pueden pasar varios meses seguidos sin tener la regla, pero hasta que no pasan 12 meses consecutivos sin ella no se considera que se ha llegado a la menopausia.

- Sofocos: los sofocos son un calor súbito y muy molesto que se experimenta en la parte superior del cuerpo, especialmente en el torso y la cara, que suele durar unos minutos y va acompañado de enrojecimiento, palpitaciones y posterior sensación de frío. Puede aparecer de día o de noche, los llamados sudores nocturnos, y en la menopausia precoz suelen ser más intensos y frecuentes, llegando incluso a tener uno cada hora, lo que interfiere enormemente con la vida diaria.

- Cambios de humor: irritabilidad, ansiedad e incluso depresión pueden aparecer a causa del descenso de los niveles de estrógenos, hormona que aumenta los niveles de neurotransmisores en el cerebro: químicos que incluyen endorfinas, encefalinas y serotonina que nos hacen sentir bien, pro lo que su disminución nos hace sentir más irritables e inestables mentalmente.

- Sequedad vaginal: el descenso de los estrógenos también hace que lubriquemos menos, por lo que aparece la sequedad vaginal que va unida al dolor durante las relaciones sexuales.

- Problemas para dormir: los sudores nocturnos, el estrés y las preocupaciones propias de esta etapa hacen que muchas mujeres sufran insomnio o problemas para conciliar el sueño, que puede incluir también frecuentes despertares nocturnos.

- Incontinencia urinaria: la falta de elasticidad de los tejidos del periné debido a la disminución de estrógenos y al envejecimiento hacen que se sufra incontinencia urinaria y se puedan tener pérdidas de orina, sobre todo al hacer ciertos esfuerzos como toser, estornudar o reír.

- Descenso de la libido: los estrógenos están muy ligados al deseo sexual, por lo que, al descender estos, también lo hace la libido y la excitación, lo que, unido a la falta de lubricación, hace que las mujeres a esta edad no tengan muchas ganas de mantener relaciones sexuales.

- Cambios en el metabolismo: a medida que envejecemos, el metabolismo se ralentiza y esto, sumado a los cambios hormonales, puede hacer que la mujer empiece a acumular grasa en la zona abdominal y engorde entre 2 y 5 kilos de media.

- Otros problemas: además de estos síntomas, en estos años es habitual que aparezcan otros problemas como dolores de cabeza, gases o dolor de vientre, inflamación de la vagina y el útero, sequedad de boca, piel u ojos, baja autoestima.

Por último, hay que tener en cuenta que los estrógenos nos protegen frente a ciertas enfermedades por lo que, al perder esa protección antes, aumenta el riesgo de padecer ciertas patologías como problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares y osteoporosis.

Tratamientos de la menopausia precoz

Los tratamientos farmacológicos son los mismos que los que se emplean para la menopausia normal, solo que, en este caso, hay que tener en cuenta que el tratamiento hormonal sustitutivo tiene más riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer que una mujer que llega a la menopausia más tarde. La terapia hormonal sustitutiva supone administrar hormonas artificiales a la mujer y no se recomienda en los siguientes casos:

- Casos de cáncer de mama o de útero.

- Antecedentes de trombosis.

- Enfermedades hepáticas graves.

- Sangrado vaginal no diagnosticado.

- Enfermedades del corazón.

- Derrame cerebral.

Los efectos secundarios más comunes de la terapia de estrógeno son los dolores de senos y las náuseas, aunque también puede causar depresión, hinchazón y cambios de humor. Por eso, antes de empezar este tratamiento debes hablar con tu médico, quien decidirá si es adecuado o no para ti y controlará la dosis y el tiempo de duración del tratamiento.

Por otra parte, se puede recurrir a otros tratamientos que ayudan a reducir los síntomas:

- Estrógeno vaginal para la sequedad vaginal.

- Antidepresivos en dosis bajas para disminuir los sofocos y aliviar los cambios de humor.

- Anticonceptivos hormonales de baja dosis para reducir los sofocos, la sequedad vaginal y los cambios de humor.

- Gabapentina, un medicamento para el tratamiento de las convulsiones, que se ha demostrado que ayuda a reducir los sofocos, especialmente los nocturnos.

- Clonidina, un fármaco para el tratamiento de la presión arterial alta, que puede ser útil para aliviar los sofocos.

- Medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis como suplementos de vitamina D.

Y, aparte de los tratamientos farmacológicos, existen muchos tratamientos naturales y cambios en tu estilo de vida que te ayudarán a llevar la menopausia de la mejor manera, como seguir una dieta baja en grasas saturadas y rica en ciertos nutrientes como ácidos grasos omega 3, vitamina D, calcio, etc. Tomar alimentos que contienen hormonas naturales, llamadas fitoestrógenos, como la soja, la maca o el trébol rojo.

Hacer ejercicio de forma regular, especialmente ejercicios como el yoga o el pilates, que también ayudan a controlar los síntomas emocionales como la irritabilidad o la ansiedad.

Y, sobre todo, cuidar mucho la autoestima y el estado de ánimo ya que tener la menopausia antes de los 45 años puede suponer un golpe fuerte en el ánimo de una mujer al sentir que se acerca a la edad madura antes de lo previsto y saber que ya no va a poder ser madre de manera natural. Por eso, son muchas las mujeres que sufren menopausia precoz y caen en un estado de depresión, por lo que debes buscar ayuda en cuanto notes los primeros síntomas de depresión y saber que tu vida puede seguir siendo maravillosa y que incluso en algunos casos se puede ser madre gracias a los métodos de reproducción asistida.

Y si la menopausia te ha llegado antes de tiempo a causa de un cáncer que has superado, por ejemplo, da gracias a la vida por seguir aquí y piensa en todo lo que has logrado y lo fuerte que eres. Que la menopausia no acabe con eso.

Fuente: Shifren, J. L., Gass, M. L. S. para las Recomendaciones de NAMS para el cuidado clínico de mujeres trabajadoras de mediana edad (2014). Menopause; 21(10): 1038–1062.Bellavia, A., Wolk, A., Orsini, N. (2016);23: Diferencias en la edad al momento de morir según fumar y edad durante la menopausia. Menopause, 108–110.Boneva, R.S., Lin, J.M., Unger, E.R. (2015). Menopausia precoz y otros indicadores de riesgo ginecológicos para el síndrome de fatiga crónica en mujeres. Menopause; 22:#826-834.Sood, R., Faubion, S.S., Kuhle, C.L., Thielen, J.M., Shuster, L.T. (2014). Prescripción de terapia hormonal de la menopausia: un enfoque basado en pruebas. International Journal of Women's Health; 6: 47-57.Office on Women´s Health, https://espanol.womenshealth.gov/menopause/early-or-premature-menopause

Redacción: Irene García

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