Menopausia sin tiroides

Menopausia sin tiroides

El hipotiroidismo y la menopausia comparten algunos síntomas, por eso, es posible que, si tienes 45 años y comienzas a experimentar cambios en tu peso, cansancio, sequedad vaginal, cambios de humor… no sepas seguro si estás entrando en la perimenopausia o si tu tiroides no funciona como es correcto. Para salir de dudas, nada mejor que realizarse una serie de análisis.

Índice

¿Qué es la tiroides?

La tiroides es una glándula situada bajo del cartílago tiroideo (la manzana de Adán), en la parte delantera del cuello, cuya función es segregar hormonas que influyen en el metabolismo y el crecimiento. La más importante de dichas hormonas es la tiroxina (T4), que representa el 99.9% de las hormonas producidas por esta glándula. El 0,1% restante es la triyodotironina (T3).

Asimismo, la tiroides trabaja conjuntamente con otras dos glándulas productoras de hormonas, la pitituaria y el hipotálamo.

Esta glándula endocrina participa en casi todas las funciones básicas de nuestro organismo, como, por ejemplo:

- Regular el metabolismo

- Mantener la temperatura corporal

- Ayudar al crecimiento

- Intervenir en el desarrollo del sistema nervioso

- Regular la asimilación de los nutrientes

- Mantener el ritmo cardiaco

Por eso, cuando la tiroides no funciona correctamente podemos encontramos con problemas como el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, el bocio o la tiroiditis.

Relación entre menopausia y tiroides

La menopausia es el fin de los ciclos menstruales en una mujer a causa del descendimiento de los niveles de las hormonas sexuales femeninas, principalmente estrógeno y progesterona. Este momento llega en torno a los 50 años, y puede verse íntimamente relacionado con la tiroides en varios aspectos:

1- El hipotiroidismo (una enfermedad de la tiroides que provoca que produzca pocas cantidades de hormona tiroidea) y la menopausia comparten algunos síntomas. Así, síntomas habituales del hipotiroidismo como cansancio, problemas de memoria, aumento de la grasa corporal, cambios en la piel y el cabello, sequedad vaginal o cambios de humor, son también propios de la menopausia, por lo que, en un primer momento, puede confundirse con la llegada de esta, sobre todo si estás en torno a los 45-50 años.

2- Los niveles de estrógeno afectan a la tiroides. Durante la menopausia, los niveles de estrógeno descienden abruptamente, de ahí el final de las ovulaciones y las menstruaciones. Y esa bajada puede afectar a la función tiroidea. Por ejemplo, un estudio de 2011 afirma que los niveles de estrógeno pueden afectar la función tiroidea y conducir a trastornos de la tiroides al afectar a los receptores tiroideos, moléculas que permiten que las hormonas tiroideas entren en las células y realicen sus funciones.

3- El hipotiroidismo puede aumentar o empeorar los síntomas de la menopausia. También hay diversos estudios que han demostrado que las mujeres con trastornos de la tiroides, especialmente aquellas que padecen hipotiroidismo, pueden experimentar síntomas más severos durante la menopausia. Además, el control de los síntomas del hipotiroidismo con la medicación adecuada (tiroxina artificial) puede mejorar a su vez los síntomas de la menopausia.

4- Los problemas de tiroides pueden traer más complicaciones en la menopausia. Por último, los trastornos de la tiroides también pueden aumentar el riesgo de complicaciones tras la llegada de la menopausia. Y es que el estrógeno actúa de protector del organismo frente a muchas enfermedades por lo que, cuando sus niveles descienden al llegar la menopausia, la mujer corre más riesgo de sufrir problemas como osteoporosis o enfermedades cardiovasculares. Y los investigadores indican que el hipotiroidismo también puede afectar a la masa ósea, por lo que, si tienes hipotiroidismo y llegas a la menopausia, debes cuidar de manera especial tus huesos, ya que tienes más posibilidades de desarrollar osteoporosis que las mujeres cuya tiroides funcione bien. Igualmente, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es mayor ya que los niveles bajos de hormonas tiroideas también aumentan el riesgo de sufrir estos problemas.

¿Y si me tienen que extirpar la tiroides?

La tiroidectomía total, es decir, la intervención quirúrgica que implica la extracción de la tiroides, se lleva a cabo en casos de cáncer de tiroides. Cuando una mujer pasa por este tipo de operación necesitará tomar de por vida tiroxina, ya que el organismo ya no puede fabricarla por sí solo. Si no se sigue la medicación adecuada, la mujer experimentará hipotiroidismo, con síntomas como sequedad y aspereza en la piel, estreñimiento, pérdida de pelo, dolor en las articulaciones, depresión, problemas de memoria, falta de libido, aumento o pérdida de peso… síntomas que, como veíamos, son similares a los de la menopausia.

Además, puede tener mayores complicaciones a largo plazo y síntomas más marcados en la menopausia, por lo que es importante que siga las indicaciones de su médico y no deje de tomar tiroxina nunca, haciéndose controles regularmente para ver los niveles de TSH, T3 y T4 y así poder ajustar la dosis cuando sea necesario para evitar problemas.

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