¿Es necesario tomar suplementos de hierro al llegar a los 50 años?

¿Es necesario tomar suplementos de hierro al llegar a los 50 años?

Al llegar a los 50 años, es más habitual que las mujeres sufran anemia, una enfermedad que requiere suplementos de hierro para su tratamiento. Por eso mismo, no se deben tomar estos suplementos sin prescripción médica ya que pueden enmascarar los síntomas de una anemia no diagnosticada, lo que puede causar complicaciones de salud.

Índice

¿Qué es el hierro y para qué sirve?

El hierro es un mineral necesario para el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. Es el oligoelemento más abundante del organismo y tiene diversas funciones:

- forma parte de la hemoglobina, responsable del transporte de oxígeno y dióxido de carbono de los pulmones al resto del organismo.

- participa en la elaboración de hormonas y de los tejidos conectivos.

- forma parte en el proceso de respiración celular y es parte integrante de la mioglobina, almacén de oxígeno en el músculo.

- tiene un papel fundamental en la síntesis de ADN y en la formación de colágeno.

- aumenta la resistencia a las enfermedades.

Las necesidades de hierro varían en función de la edad y del sexo. Por ejemplo, en mujeres de 19 a 50 años se requieren 18 mg al día, pero esas cantidades baja hacia los 51 años a 8 mg diarios. Esto se debe a que, durante los años fértiles, la mujer pierde sangre y, por lo tanto hierro, en las menstruaciones. Pero hacia los 50 años llega la menopausia y el fin de las menstruaciones, por lo que no hace falta ingerir tanto hierro como antes.

¿Dónde se encuentra el hierro?

Es un mineral que se encuentra en muchos de los alimentos que consumimos a diario a en dos formas diferentes: hierro hemo y hierro no hemo. El hierro hemo se absorbe mejor por el cuerpo, y se encuentra en las carnes. Mientras que el hierro no hemo se encuentra en los vegetales y cereales y se absorbe peor, por lo que hay que consumirlo con alimentos con vitamina C para mejorar esa absorción.

Entre los alimentos que más hierro tienen encontramos: carnes rojas, hígado, pollo, mariscos, pescado, huevos, cereales, germen de trigo, legumbres, verduras de hoja verde, frutos secos.

¿Se deben tomar suplementos de hierro al llegar la menopausia?

Muchas mujeres, al llegar la menopausia, incorporan a su rutina diaria la ingesta de suplementos dietéticos para mejorar su salud, como el calcio o la vitamina D, esenciales para evitar o retrasar la osteoporosis, una enfermedad común en mujeres de esta edad por la pérdida de estrógenos que se produce al llegar el climaterio. O el magnesio para evitar problemas musculares y de pérdida de memoria.

No obstante, no se aconseja tomar hierro sin prescripción médica ya que, aunque la anemia es una patología habitual en esta etapa, si tomamos hierro sin un diagnóstico previo o tomamos demasiada cantidad de este mineral se pueden enmascarar los síntomas de la anemia, lo cual podría provocar sangrados internos.

Asimismo, los suplementos de hierro pueden inhibir la absorción de ciertos antibióticos y medicamentos para reducir la presión arterial, comunes también en mujeres de esta edad.

Y si padeces hemocromatosis, una condición genética común, los suplementos de hierro pueden causar una sobredosis de nutrientes en los órganos vitales, lo que puede derivar en síntomas de diabetes, problemas cardíacos y daño hepático.

Por otra parte, el consumo excesivo de hierro también puede causar malestar gástrico, estreñimiento o vómitos.

Así que no tomes hierro a no ser que un médico te haya diagnosticado una anemia ferropénica tras un análisis de sangre.

Síntomas y tratamiento de la anemia

La anemia es una enfermedad que se produce cuando el cuerpo agota sus reservas de hierro, lo que produce que los glóbulos rojos reduzcan su tamaño al no poder producir la suficiente hemoglobina y, por lo tanto, la sangre transporte menos oxígeno desde los pulmones al resto de los órganos y tejidos.

Este problema provoca una serie de síntomas característicos: cansancio, debilidad, palidez, bajo nivel de rendimiento, problemas para respirar, dolor torácico, latidos cardiacos rápidos, dolor de cabeza, mareos, manos y pies fríos, trastornos intestinales, falta de memoria, uñas quebradizas.

Las causas principales de la aparición de la anemia son:

- Pérdida de sangre: causada por sangrados menstruales intensos, úlcera péptica, pólipo en el colon, hernia de hiato, cáncer colorrectal…

- Déficit de hierro en la nutrición, algo habitual en las personas veganas ya que no consumen alimentos con hierro hemo.

- Incapacidad para absorber el hierro, acusado por ciertos trastornos intestinales como la celiaquía.

- Falta de vitaminas del grupo B: la escasez de vitamina B, especialmente B9 o ácido fólico (folato) puede causar anemia perniciosa.

- Infecciones.

- Problemas de tiroides.

- Padecer VIH: el VIH puede impedir la producción de los glóbulos rojos dentro de la médula ósea.

- Consumir algunos medicamentos.

Además, las mujeres, los lactantes, los vegetarianos o los donantes de sangre frecuentes tienen mayor riesgo de desarrollar anemia.

La anemia leve por deficiencia de hierro normalmente no causa complicaciones. Sin embargo, si no se trata, puede volverse grave y ocasionar problemas de salud, como problemas de corazón.

Por eso, se aconseja hacerse análisis de sangre rutinarios, especialmente si experimentas alguno de los síntomas de la anemia antes indicados, para comprobar los niveles de hemoglobina y hierro en sangre y, si es necesario, tomar suplementos de hierro, así como más hierro en la dieta.

También se pueden realizar otras pruebas para detectar la causa de la anemia y tratarla adecuadamente.

Fuente: Lin JC. Approach to anemia in the adult and child. In: Hoffman R, Benz EJ, Silberstein LE, et al, eds. Hematology: Basic Principles and Practice. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 34.

Redacción: Irene García

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