¿Qué beneficios ofrece la rhodiola rosea en la menopausia?

¿Qué beneficios ofrece la rhodiola rosea en la menopausia?

La rhodiola rosea es una hierba usada desde hace mucho tiempo por sus propiedades antifatiga y antiestrés, las cuales pueden ser muy beneficiosas en la menopausia.

Índice

¿Qué es la rhodiola rosea?

La rhodiola rosea es una planta medicinal del género Rhodiola (familia Crassulaceae) que crece en las regiones montañosas de Europa y Asia.

Se ha usado desde hace muchos años en medicina por sus propiedades antifatiga y adaptógenas, es decir, para ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés. Estos efectos están causados sobre todo por dos sustancias que contiene la rhodiola, la rosavina y la salidrosida.

¿Cuáles son los beneficios de la Rhodiola rosea?

1- Reduce la fatiga y el estrés

Gracias a sus efectos adaptógenos, reduce la fatiga y el agotamiento que provienen del estrés y la ansiedad. También aumenta los niveles de ATP (trifosfato de adenosina) y de creatina, dos fuentes de energía para el organismo.

Además, los suplementos dietéticos de rhodiola también puede reducir la fatiga tras el ejercicio físico.

2- Reduce los síntomas de depresión

La rhodiola rosea ayuda a equilibrar los neurotransmisores del cerebro, por lo que puede ser tan eficaz contra la depresión como algunos medicamentos como la sertralina, sin los efectos secundarios de este antidepresivo. Además, parece ser muy serotoninérgica (aumenta la serotonina) y reduce los corticosteroides.

3- Aumenta la longevidad

La rhodiola también puede promover la longevidad, al menos eso muestran algunos estudios en animales (no mamíferos) que sugieren que puede aumentar la vida útil hasta en un 20%. Ahora hacen falta más ensayos clínicos al respecto.

4- Mejora la función cerebral

La rhodiola puede mejorar la función de aprendizaje y memoria, mejorando nuestras funciones cognitivas y cerebrales. Incluso podría mejorar algunas enfermedades neurodegenerativas como la demencia.

5- Ayuda a controlar la diabetes

El compuesto de salidrosida en la rhodiola ayuda a proteger contra la diabetes y la nefropatía diabética (enfermedad renal) en ratas.

6- Tiene propiedades anticancerígenas

Se ha investigado la salidrosida por sus propiedades anticancerígenas. Los estudios in vitro y en animales han demostrado que la salidrosida puede inhibir el crecimiento de células cancerosas de pulmón, vejiga, estómago y colon.

7- Mejora el sueño

Puede combatir el insomnio y la ansiedad leve al disminuir el cortisol o la hidrocortisona en sangre, una hormona vinculada con el estrés y la ansiedad, que dificulta el sueño.

¿Cómo puede ayudarnos al rhodiola rosea en la menopausia?

La menopausia es un momento en la vida de la mujer en el que, tras 12 meses consecutivos sin tener la regla sin otros motivos, los ovarios dejan de funcionar para siempre y de liberar óvulos, por lo que terminan las reglas y la fertilidad de la mujer.

Este cese de las menstruaciones se produce por la reducción de las hormonas sexuales femeninas, estrógenos y progesterona. Pero la disminución de estas hormonas no solo acaba con los ciclos menstruales, también produce otros muchos efectos en el organismo femenino ya que los estrógenos participan en muchas funciones.

Por eso, es normal que en los años previos a la llegada de la menopausia y en los posteriores, hasta que las hormonas vuelven a equilibrarse, se noten muchos síntomas y molestias como sofocos, dolor de cabeza, sequedad vaginal, disminución de la libido… Y también síntomas emocionales como ansiedad, irritabilidad, depresión…

Como hemos visto, la rhodiola rosea tiene efectos adaptógenos, por lo que ayuda a combatir los síntomas emocionales de la menopausia como la tristeza, la ansiedad leve o la depresión.

Asimismo, nos ayuda a combatir el cansancio y la fatiga propios de esta etapa y a dormir mejor ya que mejora el sueño.

Por último, puede reducir otros síntomas físicos propios de la menopausia como la falta de apetito o el dolor de cabeza.

Por lo tanto, puede ser buena idea tomar suplementos dietéticos de rhodiola rosea en la menopausia para mejorar estos síntomas físicos y emocionales. No obstante, debes consultar antes a tu médico ya que puede tener interacciones con algunos medicamentos.

¿Cómo tomar los suplementos de rhodiola rosea?

La rhodiola está disponible principalmente como extracto de rhodiola rosea en cápsulas o tabletas. Busca marcas que tengan el sello USP o NSF para asegurarte de que no están adulterados. Además, asegúrate de que contengan una cantidad estandarizada de 3% de rosavinas y 1% de salidrosidos, las proporciones naturales de estos compuestos en la raíz de rhodiola.

La dosis diaria suele ser de entre 100 y 200 mg.

Fuente:

  • Kasper, Siegfried, and Angelika Dienel. “Multicenter, open-label, exploratory clinical trial with Rhodiola rosea extract in patients suffering from burnout symptoms.” Neuropsychiatric disease and treatment vol. 13 889-898. 22 Mar. 2017, doi:10.2147/NDT.S120113
 
  • Lekomtseva Y, Zhukova I, Wacker A. Rhodiola rosea in Subjects with Prolonged or Chronic Fatigue Symptoms: Results of an Open-Label Clinical Trial. Complement Med Res. 2017;24(1):46-52. doi: 10.1159/000457918.
 
  • Jun J. Mao, Sharon X. Xie, Jarcy Zee, Irene Soeller, Qing S. Li, Kenneth Rockwell, Jay D. Amsterdam, Rhodiola rosea versus sertraline for major depressive disorder: A randomized placebo-controlled trial, Phytomedicine, Volume 22, Issue 3, 2015, Pages 394-399, https://doi.org/10.1016/j.phymed.2015.01.010.
 
  • Shan Shan Qi, Meng Li Shao, Sun Ze, Hong Xing Zheng, Salidroside from Rhodiola rosea L. attenuates diabetic nephropathy in STZ induced diabetic rats via anti-oxidative stress, anti-inflammation, and inhibiting TGF-β1/Smad pathway, Journal of Functional Foods, Volume 77, 2021, https://doi.org/10.1016/j.jff.2020.104329.
 
  • Jówko, E., Sadowski, J., Długołęcka, B., Gierczuk, D., Opaszowski, B., & Cieśliński, I. (2018). Effects of Rhodiola rosea supplementation on mental performance, physical capacity, and oxidative stress biomarkers in healthy men. Journal of sport and health science, 7(4), 473–480. https://doi.org/10.1016/j.jshs.2016.05.005

Redacción: Irene García

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