¿Cómo evitar la osteoporosis?

¿Cómo evitar la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad que implica la pérdida de masa ósea, lo que puede causar fracturas de los huesos en caso de caída. Es una enfermedad más habitual en mujeres tras la menopausia, pero se puede prevenir adoptando una serie de medidas.

Índice

¿Qué es la osteoporosis?

Osteoporosis significa, literalmente, 'hueso poroso'. La osteoporosis es una enfermedad metabólica ósea crónica y progresiva que puede afectar a todo el esqueleto. Esta enfermedad de medicina supone la pérdida de masa ósea debido a un mal funcionamiento en el recambio óseo.

El hueso es un tejido que está en continuo periodo de recambio. Así, las células llamas osteoclastos destruyen selectivamente las zonas más dañadas del hueso, mientras que las células llamadas osteoblastos reconstruyen esas zonas destruidas por los osteoclastos por otras nuevas, produciéndose el recambio óseo. Si este proceso se ve afectado por el motivo que sea, el hueso va perdiendo su masa ósea y se debilita, por lo que es más susceptible a fracturas.

Las fracturas relacionadas característicamente con la osteoporosis son las de cadera, vertebrales y de antebrazo distal (fractura de Colles).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia se estima en un 30% de las mujeres y en un 8% de los varones mayores de 50 años y asciende hasta un 50% en mujeres de más de 70 años. Cada año se producen miles de fracturas por este motivo, llegando a ser causa de muerte de muchas personas mayores. Por eso, es un problema muy grave que se debe prevenir y tratar cuanto antes.

Causas de la osteoporosis

- Edad: con el paso de los años, este proceso de recambio óseo no se produce con la celeridad que debería, viéndose afectada la masa ósea.

- Menopausia: los estrógenos, entre otras muchas de sus funciones, regulan el ritmo con que se produce el recambio óseo. Por lo tanto, cuando al llegar la menopausia disminuyen los niveles de estrógeno, el proceso de recambio óseo se acelera y con él el ritmo de pérdida de hueso. Por lo tanto, los estrógenos protegen nuestros huesos, así que es normal que la osteoporosis sea mucho más habitual en mujeres postmenopáusicas.

Además de estas dos causas principales, existen una serie de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar osteoporosis:

- Menopausia precoz

- Tabaquismo

- Falta de actividad física

- Constitución delgada y de huesos pequeños

- Antecedentes familiares

- Consumo excesivo de alcohol o cafeína

- Raza blanca

- Consumo de medicamentos como los corticoides

Síntomas de la osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad de degradación lenta y asintomática que, normalmente, no se detecta hasta que el hueso ya está afectado. Por eso, se aconseja a las mujeres hacerse pruebas de densidad ósea desde los 45 años para poder detectar a tiempo este problema y tratarlo antes de que sea más grave mediante medicina preventiva.

No obstante, se pueden detectar algunas señales como:

- Dolor repentino y fuerte en la parte baja o media de la columna

- Malformaciones óseas

- Problemas de movilidad (sobre todo subir y bajar escaleras)

- Curvatura o deformidades en la columna (cifosis progresiva o, como se conoce popularmente, chepa o joroba)

- Disminución de la talla (más de 3 centímetros)

¿Cómo prevenir la osteoporosis?

Ningún método actualmente disponible puede restaurar más que una pequeña proporción del hueso ya perdido. Por tanto, la necesidad de iniciar un tratamiento preventivo lo antes posible es muy importante.

Para prevenir las fracturas, optimizar el desarrollo esquelético y preservar la integridad estructural del esqueleto se deben seguir estos consejos:

1. Nutrición. Una dieta equilibrada, adecuada en calorías y nutrientes, es fundamental para el desarrollo de todos los tejidos, incluido el óseo. El calcio es el nutriente específico más importante para lograr un adecuado pico de masa ósea. Por eso, además de incluir en la dieta productos ricos en calcio como los lácteos, las verduras de hoja verde, soja (rica en calcio y fitoestrógenos que ayudan a mantener la densidad ósea) y pescado azul (rico en vitamina D). Además, puede ser conveniente tomar suplementos de calcio. Las necesidades de calcio oscilan entre los 1.200 y los 1.500 mg.

Por otra parte, el exceso de proteínas aumenta la excreción de calcio, así que limita el consumo de proteínas a 50 gramos diarios.

Otro nutriente esencial para proteger el hueso es la vitamina D, que ayuda a fijar el calcio a los huesos. La vitamina D se encuentra en algunos alimentos, pero, sobre todo, la sintetizamos a partir de los rayos solares. Por eso, no siempre contamos con las reservas necesarias y es necesario tomar suplementos dietéticos. Las necesidades de vitamina D oscilan entre 400 y 800 UI al día.

2. Ejercicio físico. La actividad física en edades tempranas de la vida contribuye a lograr un mayor pico de masa ósea. Y, una vez pasada la menopausia, el ejercicio físico regular produce incrementos en la masa, la coordinación y la resistencia musculares, lo que resulta beneficioso para la microarquitectura ósea y la prevención de caídas. Conviene caminar diariamente (al menos 20 minutos al día), realizar ejercicios suaves como montar en bicicleta, nadar o subir escaleras.

Además, se deben evitar los factores que aumentan el riesgo de osteoporosis, como el tabaco, el alcohol, la cafeína, etc. Y evita el estrés, ya que el estrés aumenta en nuestro organismo la hormona cortisol, que extrae minerales a los huesos.

¿Cuál es el tratamiento para la osteoporosis?

En cuanto a los tratamientos, aquellos orientados a retrasar la resorción ósea son mucho más efectivos que los destinados a promover la remineralización. Por lo tanto, los tratamientos deben ser preventivos y empezar antes de que la destrucción de la estructura ósea sea irreversible.

El tratamiento preventivo más eficaz es la terapia estrogénica, pero se debe comenzar lo antes posible tras la menopausia, antes de que se produzca pérdida excesiva de masa mineral. Esta terapia permite una disminución del 35-60% en la incidencia de fracturas en tratamientos de más de 5 años de duración. No obstante, esta terapia no puede alargarse más de 10 años por riesgo al desarrollo de algunos tipos de cáncer, como el de endometrio.

También se puede recurrir a los moduladores de receptores estrogénico, que retrasan la desmineralización. Son fármacos que interaccionan con el receptor estrogénico y desarrollan efectos agonistas o antagonistas, dependiendo del tejido y del contexto fisiológico. Producen efectos estrogénicos típicos sobre el hueso y reducen la resorción y el ciclo metabólico total del hueso.

La calcitonina retrasa la desmineralización. Es una hormona que interviene en la regulación natural del metabolismo óseo del calcio y su acción principal es la inhibición de los osteoclastos. Su eficacia es parecida a la de los estrógenos, sin los efectos secundarios indeseables a largo plazo. Además, puede aliviar los dolores óseos. El único problema es que se debe administrar por vía inyectable en régimen continuado, siendo además más costoso.

El calcio también retrasa la desmineralización, probablemente porque el aumento de la calcemia inhibe la secreción de hormona paratiroidea. Aunque hasta hace poco no se estaba seguro de su eficacia, los últimos estudios afirman que el calcio sí retrasa significativamente la velocidad de descalcificación, sobre todo si se toma junto con vitamina D, que, como decíamos, ayuda a la absorción del calcio. La dosis óptima no ha sido establecida. Las recomendaciones actuales son del orden de 1.500 mg diarios, junto con 400-800 UI de vitamina D.

Los bisfosfonatos, por su parte, son variaciones químicas de los pirofosfatos que constituyen la estructura mineral del hueso y, por lo tanto, retrasan la desmineralización. Se absorben por los cristales de hidroxiapatito, y una vez allí inhiben la acción de los osteoclastos.

El raloxifeno actúa sobre los receptores de los estrógenos y disminuye la frecuencia de fracturas vertebrales radiológicas y clínicas en mujeres tras la menopausia con osteoporosis, con y sin fractura previa.

Por último, se aconseja consumir vitamina K para ayudar reducir el riesgo de padecer fracturas óseas, especialmente en mujeres postmenopáusicas.

Fuente: Osteoporosis. Prevención y tratamiento, José Antonio Lozano. Vol. 22. Núm. 6. páginas 79-84 (Junio 2003). Elsevier, https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-osteoporosis-prevencion-tratamiento-13049109

Redacción: Irene García

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