Efectos del tabaco en mujeres menopáusicas

Efectos del tabaco en mujeres menopáusicas

El tabaco es un hábito muy perjudicial para la salud, pero además, puede adelantar la menopausia y acentuar los problemas que pueden surgir tras la llegada de esta por la pérdida de estrógenos. Así que, si estás llegando a la menopausia y fumas, no lo dudes y déjalo ya.

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Tabaco y menopausia precoz

La menopausia es un momento en el tiempo en el que termina la vida fértil de la mujer tras 12 meses consecutivos sin la regla sin otras razones de salud. Este proceso se produce por la reducción de las principales hormonas sexuales femeninas, estrógenos y progesterona, lo que hace que los ovarios dejen de liberar óvulos cada ciclo menstrual, por lo que cesan las menstruaciones para siempre.

Esta reducción de estrógenos y progesterona no afecta solo al final de los ciclos, sino que causa otros muchos síntomas y molestias a la mujer ya que los estrógenos, sobre todo, participan en muchas funciones en el organismo y protegen a la mujer de algunas enfermedades.

Y este proceso es más acusado cuanto antes se pierda esa protección, es decir, en mujeres que sufre la menopausia de forma precoz, antes de los 45 años. Algunas causas de menopausia precoz no se pueden evitar, como la extirpación del útero y los ovarios, pero otras sí. Una de ellas es el tabaco, ya que se ha demostrado que fumar aumenta el riesgo de menopausia precoz. Y es que la nicotina presente en el tabaco funciona como un antiestrógeno en el organismo, lo que significa que bloquea la acción de los estrógenos, haciendo que la menopausia comience antes. Según un estudio, las mujeres que fuman tienen un 60% más de posibilidades de sufrir menopausia precoz.

De hecho, en promedio, la menopausia llega dos años antes en mujeres fumadoras que en aquellas que no fuman. Otra causa de la menopausia precoz es que el tabaco contiene una serie de compuestos químicos, llamados hidrocarbonos policiclicos aromáticos, que aceleran la muerte de los ovocitos, provocando cambios hormonales que llevan a esta menopausia adelantada.

¿Cómo afecta fumar tras la llegada de la menopausia?

Como decíamos, tras la llegada de la menopausia aumenta el riesgo de sufrir problemas como osteoporosis, enfermedades cardiovasculares o cáncer. Esto se debe a que los estrógenos participan en funciones que evitan estas enfermedades, como regular el ritmo con que se produce el recambio óseo, por lo que este proceso se acelera tras la menopausia y con él el ritmo de pérdida de hueso.

Por eso es importante cuidarse más cuando entramos en la perimenopausia y uno de los factores de riesgo que debemos evitar es el tabaquismo ya que fumar aumenta el riesgo de osteoporosis al afectar al metabolismo del calcio y la vitamina D, nutrientes esenciales para el hueso.

Fumar también es muy perjudicial para la salud cardiovascular ya que el tabaco provoca taquicardias, cambios en el ritmo cardiaco y presión arterial alta, lo que aumenta las posibilidades de sufrir un ataque al corazón u otras enfermedades cardiovasculares.

El tabaco también acelera el envejecimiento de la piel, la cual ya se ve afectada por la llegada de la menopausia ya que los estrógenos participan en la producción del colágeno y la elastina que proporcionan firmeza y elasticidad a la piel. Por lo tanto, las mujeres menopáusicas que fuman tienen más posibilidades de tener una piel arrugada, cetrina, apagada y flácida. Además, el tabaco reduce los niveles de vitamina A y de oxígeno en los tejidos cutáneos, acelerando el proceso de envejecimiento.

Por todo ello, el riesgo de muerte en mujeres de 45 a 74 años aumenta más del doble en las fumadoras ya que, además, de las enfermedades antes comentadas, el tabaco también aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón, laringe, vejiga, esófago, mama, útero, etc.

Deja de fumar cuanto antes

Como hemos visto, fumar es muy perjudicial para la salud siempre, pero se convierte en un hándicap añadido en el climaterio. Por eso, uno de los consejos principales para llevar mejor los cambios causados por la menopausia es dejar de fumar.

Y es que, si bien es cierto que fumar es muy perjudicial, cuanto antes se deje y cuanto más tiempo pases sin fumar, más se reducirán los riesgos asociados a haber fumado. En 15 años, se iguala el porcentaje de riesgo de muchas enfermedades a personas no fumadoras, por lo que conviene que no lo dudes más y dejes de fumar cuanto antes. No vale con reducir el consumo de tabaco, debes dejarlo del todo.

Para ello, debes tener bien claro lo perjudicial de este hábito para estar bien motivada a dejarlo. Además, puedes buscar ayuda de un profesional de psicología o medicina que te ayude con terapias, medicamentos, sustitutivos de nicotina para el síndrome de abstinencia… Es importante evitar aquellas situaciones sociales que te lleven a fumar, tirar todos los paquetes de tabaco y evitar a las personas que fuman y nos pueden hacer recaer. Escribir un diario, la meditación, el ejercicio físico o cualquier actividad que nos distraiga también nos ayudará a dejar de fumar. La fuerza de voluntad es fundamental, así que ya sabes, querer es poder.

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