El flujo en la menopausia

El flujo en la menopausia

El flujo vaginal son las secreciones que proceden de la vagina. En edades de procrear el flujo vaginal es normal, pero ¿qué pasa con el flujo en la menopausia? Cuando el flujo cambia, bien de color, consistencia u olor, aumenta o disminuye de manera significativa, podría estar indicándonos un problema más o menos grave, dependiendo también de la etapa en la que la mujer se encuentre.

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¿Cómo es el flujo vaginal?

La vaginitis atrófica, por ejemplo, se puede observar en mujeres que han pasado la menopausia y tienen bajos niveles de estrógenos, aunque también durante ella. La atrofia vaginal es el adelgazamiento, la resequedad y la inflamación de las paredes vaginales que puede ocurrir cuando el cuerpo tiene mucho menos estrógeno que de normal. Es por eso por lo que la asociamos a la etapa de la posmenopausia, el intervalo de 1 a 6 años tras la menopausia. Pero ¿y durante la menopausia? ¿también hay atrofia vaginal? ¿cómo es el flujo en esta etapa?

El flujo vaginal es una combinación de líquido y células que se liberan de forma continua a través de la vagina. Este va a ayudar a mantener los tejidos vaginales sanos y a proporcionar lubricación suficiente. Además, este brindará protección contra las infecciones y la irritación. Hay distintos tipos de flujo vaginal:

- Flujo blanco: este suele ir acompañado de otros síntomas como picazón, enrojecimiento y sensación de ardor al orinar. El flujo blanco podría estar causado por la candidiasis vaginal, infección causada por el Candida albicans.

- Flujo amarillo: puede estar asociado a otros síntomas como el dolor y la sensación de ardor o bien al orinar o al mantener relaciones sexuales íntimas. Además, podría ser causado por la Tricomoniasis (infección vaginal) y si va acompañado de pus podría tratarse de clamidia (enfermedad de transmisión sexual que causa síntomas muy leves).

- Flujo rosado: podría indicar el inicio de un embarazo.

- Flujo transparente: parecido a la clara de un huevo que indica que está en el periodo más fértil del ciclo menstrual.

- Flujo marrón o con sangre: en casos normales podría ser un flujo normal después de la menstruación, y en los casos más graves podría estar indicando gonorrea (enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria, y en casos más extremos, un cáncer de vagina, de cuello uterino o del endometrio).

¿Cómo saber si tengo una infección vaginal?

Para evitar infecciones y enfermedades vaginales que pueden causar flujo es fundamental realizar una adecuada higiene íntima, al menos una o dos veces al día aclarando la parte íntima de la mujer con abundante agua y una gota de jabón, pero sin frotar de manera exagerada. A continuación, una debe secarse cuidadosamente y vestir ropa interior íntima (preferiblemente de algodón), no utilizar protectores diarios y evitar el uso de pañuelos íntimos humedecidos o papel higiénico con perfume.

No obstante, sí aun así notas algunos síntomas extraños o diferentes a los que siempre has tenido, notas que tu flujo produce un olor fuerte o bien que su aspecto no es el mismo de siempre y ha variado lo mejor es que acudas al ginecólogo cuanto antes para que sea él quien pueda ayudarte. Dicho profesional será quien deba hacer un examen de diagnóstico del flujo vaginal para prescribir así un tratamiento adecuado en función de la infección o enfermedad que se tenga. En la mayoría de los casos, este recetará óvulos, cremas, antibióticos o medicamentos orales.

En la menopausia, la reducción de flujo es lo más normal. El flujo en esta etapa es bastante más reducido también debido a que en esta etapa la disminución de estrógenos, que son las hormonas producidas por el ovario, es elevada. Además, existe una vascularización menor de la vagina y una secreción menor de flujo por este órgano.

¿Cómo de frecuente suelen ser los problemas vaginales en la menopausia?

El tratamiento y control ginecológico es una pieza clave para dar solución a todos esos problemas que vienen de los cambios hormonales originados en la menopausia y que inciden en todos esos órganos relacionados con los estrógenos, como la vagina. Según algunos estudios, al menos un 40% de las mujeres sufre problemas vaginales en esta etapa de la menopausia. De hecho, con esa disminución considerable de estrógeno que se va a producir, los tejidos de la vagina van a perder grosor, humectación y elasticidad, alterándose el pH de la zona. Se trata, por tanto, de una serie de cambios que van a afectar al área urogenital de la mujer en la menopausia como la vaginitis atrófica de la que antes hablábamos y que también es frecuente después, y el dolor vaginal con sensación de ardor o picazón, flujo vaginal escaso, ardor al orinar y sangrado después de las relaciones sexuales o durante estas.

- Vaginitis atrófica: adelgazamiento, resequedad o inflamación de las paredes vaginales que ocurre cuando el cuerpo tiene menos estrógeno.

- Dolor vaginal con sensación de ardor o prurito: esta sensación de ardor o picazón o incluso irritación en la zona vaginal podría ser causada por alergias, rozaduras o irritación de la piel que pueden surgir, por ejemplo, por reacciones alérgicas o por algunas infecciones.

- Flujo vaginal escaso: sequedad vaginal, consecuencia clara de una disminución en la cantidad de fluidos producidos en la vagina, lo que puede causar dolor en las relaciones sexuales. Se soluciona usando lubricantes vaginales. 

- Ardor al orinar y sangrado: suele localizarse en el orificio uretral y generalmente está producido por la inflamación de la uretra o la vejiga. Puede deberse a una infección de la vejiga o bien a una infección de la uretra.

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