Síntomas de la menopausia

Síntomas de la menopausia

La menopausia supone el fin del ciclo reproductivo de una mujer y es un proceso natural y vital que conlleva una serie de cambios fisiológicos que pueden provocar síntomas molestos tanto físicos como psicológicos. Este proceso se da entre los 45 y los 55 años y no debe verse como una etapa negativa ni una enfermedad, sino simplemente como una etapa más en la vida que hay que conocer para saber superarla con éxito.

Índice

 

Causas de la menopausia

El climaterio es una etapa que dura varios años y está formada por tres fases diferentes: perimenopausia, menopausia y postmenopausia. Durante esta etapa, que puede durar entre 2 y 15 años, se suceden diversos cambios fisiológicos en la mujer cuyo fin es terminar con la vida fértil de la misma y los ciclos ovulatorios.

La menopausia está causada porque las hormonas sexuales de la mujer, especialmente la progesterona y los estrógenos, que se han mantenido en equilibrio durante la vida fértil, disminuyen sus niveles, lo que supone el fin de ese equilibrio, causando una serie de cambios y desajustes en el organismo femenino que van acompañados de una serie de síntomas que pueden llegar a ser muy molestos.

Cambios en el ciclo menstrual

Desde la perimenopausia los ciclos menstruales se vuelven irregulares y puede haber varios meses seguidos en los que la mujer no ovule o no tenga la regla. Sin embargo, hasta que no pasan 12 meses consecutivos sin tener la regla, no se puede afirmar que ha llegado a la menopausia.

Asimismo, puede haber cambios también en el sangrado, que se vuelve más o menos intensos, en la duración de los ciclos, etc.

Sofocos y sudores nocturnos

Los sofocos son el síntoma más común y más conocido, aparte de uno de los que pueden durar más tiempo, ya que muchas mujeres los experimentan varios años, llegando en algunos casos hasta 10 años.

Los sofocos son un calor súbito que se extiende por el pecho hasta el cuello y la cara y que puede ir acompañado de enrojecimiento o no. Duran unos minutos y después suelen causar sudores fríos, palpitaciones y temblores.

No obstante, no todas las mujeres los experimentan en la misma intensidad, frecuencia ni duración.

Cuando estos sofocos aparecen por la noche se llaman sudores nocturnos y suelen causar problemas de sueño, lo que a su vez provoca cansancio, irritabilidad, problemas de concentración…

Los sofocos están causados por un desequilibrio que se produce en el hipotálamo, el centro de termorregulación del organismo. Además del tratamiento hormonal, hay medidas que se pueden adoptar para evitarlos o controlarlos, como evitar el estrés, las comidas copiosas y picantes, nada de alcohol ni tabaco y llevar una dieta sana, haciendo mucho deporte y bebiendo mucha agua.

Por la noche, es conveniente no arroparse demasiado y que la habitación esté a una temperatura adecuada y ventilada.

Problemas de sueño

La edad, los desarreglos hormonales, los sofocos, la ansiedad… hacen mella en las rutinas del sueño de muchas mujeres en estos años, causando insomnio o frecuentes despertares.

Para combatirlos se debe, además de lo que decíamos anteriormente, cenar ligero, no tomar bebidas estimulantes a última hora de la tarde, dormir con ropa cómoda, transpirable y de fibras naturales, darse una ducha de agua tibia y tomar infusiones relajantes como valeriana.

Cambios en el metabolismo

A medida que envejecemos, el metabolismo se ralentiza y esto, sumado a los cambios hormonales que se producen en el climaterio, puede hacer que la mujer empiece a acumular grasa en la zona abdominal y aumente de peso. También se puede perder masa muscular y la piel se puede adelgazar. Además, puede ser más complicado adelgazar a partir de esta edad.

En ocasiones este aumento de peso está causado también por unos cambios en los hábitos de comidas que vienen motivados por la ansiedad que se experimenta en estos años, por eso, no hay que dejarse llevar por los caprichos ni el estrés emocional y hay que llevar una dieta sana rica en frutas y verduras, evitando las grasas saturadas, y haciendo ejercicio moderado de manera regular.

Cambios en la libido y la salud sexual

La disminución del nivel de estrógenos puede causar que la libido o el deseo sexual de la mujer se vea muy reducido, es decir, que no tenga ganas de hacer el amor. A este problema se suele añadir otro muy habitual: la sequedad vaginal que se experimenta en estos años, que puede causar dolor durante la penetración. Todo eso hará que la mujer no tenga ganas de mantener relaciones sexuales, lo que puede afectar a su pareja.

Para evitar este problema, es necesario usar un lubricante que facilite la penetración y buscar nuevas emociones en el sexo, evitando la rutina.

Y saber que, hasta que no se confirma la menopausia, es posible quedarse embarazada durante la perimenopausia, aunque se algo complicado, por lo que hay que seguir usando métodos anticonceptivos si no se quiere sufrir el riesgo de un embarazo no deseado.

Incontinencia urinaria

La pérdida de elasticidad de los tejidos del periné a causa de los cambios hormonales hace que aparezcan problemas como la incontinencia urinaria, un aumento en las ganas de orinar o mayor riesgo de sufrir infecciones urinarias o vaginales.

Además, este problema puede ser mayor en mujeres que han tenido muchos embarazos y partos.

Osteoporosis

La osteoporosis es la pérdida de masa ósea, causada por el envejecimiento del organismo, así como por los cambios hormonales propios de la menopausia, que hace que el calcio y la vitamina D no se fijen igual en el hueso. Para evitar este problema, que puede causar roturas de huesos, es necesario llevar una dieta sana rica en productos con calcio, vitamina D y estrógenos naturales como los fitoestrógenos.

Cambios en el estado de ánimo

Las alteraciones hormonales, los cambios físicos, el final de la vida reproductiva… pueden causar una serie de cambios bruscos de humor y en el estado de ánimo de la mujer, causando en ocasiones ansiedad, irritabilidad, tristeza e incluso depresión.

Para evitarlo, es necesario tomarse esta etapa con filosofía, conocer los síntomas y cómo tratarlos y entender que es una etapa más en la vida de cualquier mujer.

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