¿Qué no debo comer en la menopausia?

¿Qué no debo comer en la menopausia?

La alimentación es fuente de salud y lo que comemos, y lo que no, nos ayuda a estar más sanos y evitar ciertas dolencias y problemas, especialmente en épocas de cambio como la menopausia. Descubre qué es lo que no debes comer en esta etapa para sentirte mejor.

Índice

¿Por qué es tan importante la dieta en la menopausia?

La menopausia es un proceso natural en la vida de las mujeres que se produce cuando los ovarios dejan de producir óvulos y disminuyen los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona. La disminución de estas hormonas puede provocar una serie de síntomas, como sofocos, sequedad vaginal, cambios de humor, pérdida de densidad ósea y aumento de peso.

La dieta puede desempeñar un papel importante en la menopausia porque puede ayudar a reducir algunos de estos síntomas. Por ejemplo, una dieta rica en calcio y vitamina D puede ayudar a prevenir la pérdida de densidad ósea, que es común en la menopausia y puede aumentar el riesgo de osteoporosis. Además, una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

También se ha demostrado que algunos alimentos y nutrientes específicos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que los fitoestrógenos, que se encuentran en alimentos como la soja y el lino, pueden ayudar a reducir los sofocos y otros síntomas relacionados con la disminución de los niveles de estrógeno. Además, los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como los pescados grasos, pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud cardiovascular.

En general, una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a las mujeres en la menopausia a reducir los síntomas y mantener una buena salud a largo plazo. Por eso, es fundamental que sepas qué alimentos deben formar parte de tu dieta, pero también cuáles no.

¿Qué alimentos están prohibidos en la menopausia?

1- Reduce el consumo de sal. El consumo excesivo de sal puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial, que es un problema común en la menopausia. Además, aumenta la retención de líquidos, lo que puede provocar hinchazón y un aumento de volumen en abdomen, caderas y piernas. Reduce su consumo y sustitúyela por otras especias más saludables como orégano, limón, perejil, etc.

2- Alimentos procesados y ricos en grasas trans. Estos alimentos pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y contribuir al aumento de peso, que son problemas comunes en la menopausia. Prioriza los alimentos frescos y naturales, especialmente la fruta, verdura, pescados, legumbres… Y de los que no sean naturales, lee las etiquetas y prioriza siempre aquellos que tengan menos ingredientes.

3- Azúcar y alimentos ricos en carbohidratos refinados. El consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, así como provocar picos de azúcar en la sangre y empeorar los cambios de humor y la fatiga. Vigila la cantidad de glucosa en sangre, es decir, el índice glucémico. También contribuye a tener una piel más estropeada. Cuando tengas antojos, elige alimentos azucarados naturales, como la miel o las frutas. Sustituye el azúcar por estevia y el cacao, cuanto más puro, mejor.

4- Cafeína y alcohol. La cafeína y el alcohol pueden empeorar los sofocos y otros síntomas de la menopausia, además de interrumpir el sueño y afectar la salud cardiovascular. En cuanto al café, procura tomarlo descafeinado o reducir su consumo a una taza al día. Respecto al alcohol, cuanto menos, mejor.

5- Alimentos picantes. Los alimentos picantes pueden empeorar los sofocos y la sudoración excesiva.

6- Reduce el consumo de carnes rojas. Una ingesta excesiva puede disminuir aún más el nivel de los estrógenos, la hormona que más nos influye en esta etapa. Además, como contienen muchos fosfatos incrementan el riesgo de pérdida de calcio en los huesos. Por eso, debes reducir el consumo de carne roja a algo ocasional y elegir otras más sanas como pollo, pavo o conejo.

Y, ante cualquier duda, recuerda hablar con tu profesional de medicina o nutricionista para resolver cualquier duda y saber qué alimentos son los que más te convienen en tu caso.

Fuente: Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos

Redacción: Irene García

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