¿Por qué en la menopausia entran ganas de comer azúcar?

¿Por qué en la menopausia entran ganas de comer azúcar?

Los cambios hormonales que causan una serie de síntomas físicos y emocionales pueden estar detrás de esas irrefrenables ganas de comer azúcar que experimentan muchas mujeres durante la menopausia.

Índice

¿Por qué tengo tantas ganas de comer azúcar?

Las ganas de comer azúcar durante la menopausia pueden ser el resultado de una combinación de factores físicos y emocionales que afectan a las mujeres en esta etapa de la vida.

Una de las principales causas son los cambios hormonales. Durante la menopausia, los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona disminuyen significativamente. Estas hormonas tienen un impacto en el control del apetito y la regulación de los niveles de azúcar en sangre. La disminución de los niveles de estrógeno puede llevar a una mayor sensibilidad a las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede aumentar los antojos de alimentos ricos en azúcar.

La menopausia también puede estar acompañada de cambios en el estado de ánimo, como la irritabilidad, la ansiedad y la depresión. Muchas personas tienden a recurrir a alimentos reconfortantes, como dulces, para aliviar el estrés y mejorar su estado de ánimo. Esto puede contribuir a los antojos de azúcar, sobre todo por la noche o cuando se siente más ansiedad.

Además, a medida que envejecemos, es común que el metabolismo se ralentice. Esto significa que el cuerpo procesa los alimentos y quema calorías de manera menos eficiente. El azúcar proporciona una fuente rápida de energía, por lo que algunas mujeres pueden sentir que necesitan consumir más azúcar para mantenerse alertas y con energía.

No obstante, no todas las mujeres experimentan estos deseos de tomar azúcar, como hemos dicho, hay muchos factores individuales que también influyen, como los hábitos alimenticios, la forma de llevar la menopausia, la intensidad de los síntomas, etc.

Consecuencias de comer mucho azúcar

Consumir una cantidad excesiva de azúcar de manera regular puede tener una serie de consecuencias negativas para la salud.

La primera es el aumento de peso, problema que se agrava con la llegada de la menopausia por los cambios hormonales y la ralentización del metabolismo. El exceso de azúcar en la dieta puede contribuir al aumento de peso y la obesidad. Los alimentos y bebidas azucarados suelen ser ricos en calorías vacías, lo que significa que aportan muchas calorías pero pocos nutrientes esenciales. El exceso de calorías se almacena en el cuerpo en forma de grasa, aumentando el peso.

Además, el azúcar en exceso puede elevar los niveles de triglicéridos en la sangre, aumentar la presión arterial y promover la inflamación, factores de riesgo para enfermedades cardíacas.

Una ingesta excesiva de azúcar puede llevar a la resistencia a la insulina, donde las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, una hormona que regula el azúcar en sangre. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, un problema más habitual tras la llegada de la menopausia.

Además, el consumo excesivo de azúcar puede causar problemas dentales como caries.

Por último, algunas investigaciones sugieren que una dieta rica en azúcar podría estar relacionada con problemas de salud mental, como la depresión, el estrés y la ansiedad. El azúcar puede provocar fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre que afectan el estado de ánimo y la energía.

Alternativas saludables al antojo de azúcar

Por lo tanto, el azúcar es muy peligroso para tu salud, sobre todo a esta edad en la que se queman menos calorías. Por eso, debes evitar un consumo excesivo de azúcar y procurar dejarlo solo para ocasiones especiales.

Cuando tengas antojos de azúcar, puedes recurrir a otros alimentos que ayudan a regular los niveles de dopamina y, por lo tanto, a sentirte mejor sin necesidad de comerte un bollo de chocolate. Por ejemplo, plátanos, arándanos, fresas o cacahuetes, ricos en tirosina, un aminoácido que ayuda a fabricar dopamina. La vitamina C que se encuentra en los cítricos, las fresas o el brócoli también ayuda a sintetizar dopamina.

A veces confundimos el hambre con la sed. Procura beber al menos 2 litros de agua al día e infusiones saludables para mantenerte bien hidratada.

Además, hay otros alimentos con sabor dulce que también pueden ayudarte a satisfacer ese antojo, como el boniato, la zanahoria, la calabaza, la canela… Prueba a hacer postres o recetas con estos alimentos como bizcochos, galletas, etc. Mézclalos con otros alimentos sanos como frutas, cereales integrales, semillas… así comerás sano y te sentirás satisfecha y feliz.

Y, por supuesto, a veces puedes darte un pequeño capricho, pero muy de vez en cuando.

Y no olvides hacer ejercicio físico de manera regular para controlar el aumento de peso y reducir los síntomas de la menopausia.

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