Síntomas y tratamiento de la perimenopausia

Síntomas y tratamiento de la perimenopausia

La perimenopausia o transición menopáusica son los años previos a la llegada de la menopausia en los cuales el cuerpo va viendo cómo sus hormonas sexuales van disminuyendo, lo que empieza a causar algunos síntomas propios del climaterio. ¿Cuál es el tratamiento ideal para estos síntomas en esta etapa?

Índice

¿Qué es la perimenopausia?

Perimenopausia significa “alrededor de la menopausia” y son los años previos a la llegada de la menopausia en los que los niveles de estrógenos y progesterona comienzan a alterarse y disminuir, lo que provoca los primeros síntomas asociados a la menopausia, como reglas irregulares, sofocos, cambios de humor, sequedad vaginal, etc.

Estos síntomas pueden empezar a notarse desde los 40 años, o incluso antes en algunas mujeres, por lo que es conveniente conocer los síntomas que nos indican que estamos en la perimenopausia y empezar a cuidarnos cuanto antes para evitar las complicaciones derivadas de esta pérdida de estrógenos (osteoporosis, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, aumento de peso, etc.).

Síntomas de la perimenopausia

A lo largo de la transición a la menopausia, pueden ocurrir en el cuerpo algunos cambios sutiles y otros no tan sutiles. Podrías presentar:

1- Ciclos menstruales irregulares: es decir, un periodo puede alargarse, otro acortarse, el flujo puede ser más abundante o ligero, puede incluso que no tengas la regla algún mes y que sufras anovulación (ausencia de ovulación). Si la duración del ciclo varía en siete días o más puedes estar en la perimenopausia temprana. Si pasan más de 60 días entre un ciclo y el siguiente, es probable que estés en la perimenopausia tardía, es decir, que te falte menos para llegar a la menopausia.

2- Sofocos: los sofocos son sensaciones repentinas de calor intenso que se experimentan en la parte superior del cuerpo, sobre todo en el rostro, y provocan enrojecimiento, malestar, sudor, etc. Si ocurren por la noche se llaman sudores nocturnos y pueden interferir el sueño.

3- Cambios del estado de ánimo: los estrógenos afectan a los neurotransmisores del estado de ánimo, por lo que es normal sentirse en esta etapa de mal humor, irritable, deprimida… Además, los síntomas y los problemas para dormir agravan estos cambios de humor.

4- Problemas vaginales y en la vejiga: la disminución de los estrógenos reduce la lubricación y elasticidad de la vagina, por lo que se puede sufrir dolor en las relaciones sexuales, mayor riesgo de infecciones vaginales o urinarias, incontinencia urinaria.

5- Disminución de la fertilidad: a medida que los ciclos se vuelven irregulares y los óvulos dejan de liberarse, la fertilidad disminuye y la posibilidad de lograr un embarazo de forma natural también, aunque todavía es posible, así que ten cuidado si no quieres un embarazo.

6- Disminución de la libido: la reducción de estrógenos afecta a la libido o deseo sexual disminuyéndolo.

7- Pérdida de densidad ósea: los estrógenos participan en el intercambio de masa ósea y la renovación del hueso, por lo que su disminución hace que la pérdida de masa ósea se pierda más rápidamente de lo que se reemplaza, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas de los huesos.

8- Cambios en los niveles de colesterol: los estrógenos también influyen en los niveles de colesterol, por lo que su reducción puede causar un incremento en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad, el "colesterol malo", aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular.

¿Cuál es el tratamiento en la perimenopausia?

En la mayoría de los casos, es suficiente con adoptar una serie de cambios en nuestro estilo de vida, seguir unos consejos y remedios naturales y tomar suplementos o plantas naturales que ayudan a aliviar los síntomas.

Solo cuando los síntomas son muy intensos y frecuentes se recomienda la terapia de sustitución hormonal, es decir, terapia sistémica con estrógenos (en forma de pastilla, parche para la piel, espray, gel o crema) o combinados con progestina –progesterona- (si todavía tienes útero) que sirven para aliviar los sofocos, los sudores nocturnos, la sequedad vaginal, etc. Se aconseja siempre la dosis más baja el menor tiempo posible para evitar posibles efectos secundarios y siempre bajo supervisión de un profesional de medicina y ginecología ya que está contraindicada en algunos casos.

También se pueden usar hormonas bioidénticas, hormonas químicamente idénticas a aquellas que produce el organismo de cada mujer. U otros fármacos como antidepresivos a dosis bajas, gabapentina, etc.

En cuanto a los cambios en el estilo de vida es fundamental seguir una dieta sana rica en alimentos naturales, evitando los ultraprocesados, los azúcares, el alcohol o el exceso de sal. También hay que hacer ejercicio físico de manera regular, combinando ejercicios aeróbicos con otros de fuerza que ayudan a evitar la pérdida de masa muscular.

Además, no debes fumar ya que es muy perjudicial para la salud siempre, pero más en esta etapa. Intenta dormir al menos 7 horas al día y recurrir a técnicas de relajación, yoga o mindfulness para reducir la ansiedad, dormir mejor, etc.

En cuanto a las plantas medicinales y los suplementos, se aconsejan algunos como vitamina D para evitar la pérdida de masa ósea, fitoestrógenos como las isoflavonas de la soja, trébol rojo, cohosh negro, etc.

Para los problemas de sequedad vaginal puedes recurrir a los lubricantes naturales o humectantes vaginales y, si notas tus libido disminuida, puedes usar suplementos que ayudan a aumentar el deseo sexual como la maca, la damiana o el ginkgo biloba.

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