
¿Por qué cambia el olor de tu cuerpo en la menopausia?
El olor corporal puede cambiar durante la menopausia debido a las alteraciones hormonales y metabólicas propias de esta etapa y a algunos de los síntomas más frecuentes, como los sofocos y los sudores nocturnos. Descubre a qué se debe este cambio en el olor corporal y cómo evitarlo.
Índice
- ¿Por qué cambia el olor corporal en la menopausia?
- ¿Cómo manejar estos cambios en el olor corporal en la menopausia?
¿Por qué cambia el olor corporal en la menopausia?
1. Cambios hormonales: la disminución de estrógenos afecta las glándulas sudoríparas y sebáceas, lo que puede alterar el sudor y los aceites naturales de la piel. Entre los aceites naturales de la piel encontramos sebo, ácidos grasos, colesterol y escualeno. Estos aceites pueden verse alterados por los cambios hormonales del climaterio.
Por otra parte, el aumento relativo de andrógenos puede intensificar la actividad de las glándulas apocrinas (presentes en axilas y áreas genitales), haciendo que el sudor tenga un olor más intenso al producir un sudor más denso y rico en lípidos.
2. Sudoración y sofocos: los sofocos y la sudoración nocturna, comunes durante la menopausia, aumentan la cantidad de sudor producido, que al interactuar con bacterias en la piel genera olores más perceptibles.
El sudor es un líquido claro y salado que sirve para regular la temperatura corporal y es generalmente inodoro cuando se produce. El mal olor corporal no proviene del sudor en sí, sino de la interacción de este sudor con las bacterias que tenemos en la piel y depende por lo tanto de nuestra higiene, pero también de lo que comemos o de nuestra microbiota cutánea.
Cuando sudamos, la transpiración genera un ambiente húmedo y cálido que favorece el crecimiento de diferentes bacterias que, al descomponerse y metabolizarse con los componentes del sudor, liberan compuestos químicos, algunos de los cuales pueden desprender mal olor.
3. Cambios en el microbioma cutáneo: las alteraciones hormonales pueden modificar el equilibrio de bacterias en la piel, contribuyendo a un olor corporal diferente al cambiar las bacterias que más abundan en nuestra piel y que, como veíamos, son las que interaccionan con el sudor.
4. Alteraciones metabólicas: durante la menopausia, pueden cambiar los procesos metabólicos, lo que afecta la composición química del sudor y puede generar un olor corporal distinto.
5. Factores externos y de estilo de vida: cambios en la dieta, el uso de ciertos medicamentos o el estrés relacionado con la menopausia también pueden influir en el olor corporal.
¿Cómo manejar estos cambios en el olor corporal en la menopausia?
- Lava regularmente las áreas propensas al sudor con jabones suaves, que respeten tu pH y la microbiota natural de la piel.
- Usa ropa transpirable de fibras naturales como el algodón y cámbiala con frecuencia, sobre todo después de sudar mucho. Evita tejidos sintéticos que favorecen el crecimiento de bacterias.
- Evita alimentos que puedan intensificar el olor corporal, como ajo, cebolla o especias fuertes y sigue una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y té verde que mejoran la salud de la piel y reducen olores.
- Opta por productos efectivos para controlar la sudoración, como antitranspirantes.
- Mantente hidratada para diluir los compuestos en el sudor y que produzcan menos mal olor. Bebe unos dos litros de agua al día.
- Controla el estrés para evitar el aumento de la sudoración con técnicas como la meditación, la respiración profunda, el yoga o la terapia.
- Si el olor es muy fuerte y no desaparece de ninguna forma, consulta a un médico por si está asociado a algún problema de salud. Consulta a un dermatólogo para usar tratamientos tópicos como cloruro de aluminio si la sudoración es excesiva.
- Exfolia la piel, ayuda a eliminar células muertas y bacterias acumuladas para que el olor no sea tan fuerte.
- Usa cremas hidratantes sin perfume, mantienen la piel hidratada y equilibrada, lo que puede reducir la actividad de las bacterias que generan olores.
Fuente:
Instituto de la Menopausia