¿Cómo afecta la menopausia a tu salud mental?

¿Cómo afecta la menopausia a tu salud mental?

La llegada de la menopausia puede suponer un gran desafío para nuestra salud física, pero también para nuestra salud mental. Desde irritabilidad, tensión, problemas de autoestima, depresión, ansiedad… Y un sinfín de síntomas más que pueden hacer que tu salud mental se vea afectada y ello genere problemas en otros ámbitos de tu vida, como en la relación de pareja. Por ello, es importante conocer qué cambios pueden ocurrir a nivel mental durante la menopausia, así como también saber qué soluciones y opciones existen a tu alcance. ¡Vamos allá!

Índice

Menopausia y salud mental: ¿qué ocurre?

No es ninguna sorpresa que la llegada de la menopausia supone muchos cambios en la vida de la mujer y es que, como no podía ser de otra manera, afecta en gran medida a nuestra salud y a cómo percibimos nuestro cuerpo. Durante el climaterio pasamos de ser mujeres fértiles a no serlo, y eso llega a tener un gran impacto en nuestra salud, especialmente a nivel mental y hormonal. A menudo, la menopausia es vivida con miedo, ya que acostumbra a tener una connotación social mayoritariamente negativa: está asociada al envejecimiento y a la pérdida de belleza y del atractivo sexual, entre otros. Todo ello, por desgracia, provoca que nuestra autoestima se resienta y sintamos una pérdida de valor social, provocando así una sobrecarga física y mental [1, 7].

Además de toda la sintomatología física y hormonal propia de la menopausia (sofocos, aumento de peso, metabolismo lento, sudores nocturnos, pérdida de estrógenos y progesterona…), también se suma una gran variedad de síntomas psicológicos. De esta manera, es habitual sentir tristeza, irritabilidad o ansiedad, y es probable que necesites más que nunca la compañía de los tuyos y de tu pareja. Todo este malestar físico y psicológico puede tener un gran impacto en la calidad de vida y afectar tanto a la relación contigo misma, como a tus relaciones interpersonales [7]. De manera más detallada, a nivel anímico y emocional pueden ocurrir los siguientes síntomas:

  • Irritabilidad → A menudo manifestada a través de tensión constante, sensibilidad, hostilidad, frustración… La irritabilidad es, sin duda, uno de los síntomas más habituales en la menopausia, y llega a estar presente hasta en un 70% de las mujeres, haciendo que sea uno de los síntomas que más afecta a la vida social de la mujer [1].
  • Falta de autoestima → Tal y como establecen Couto y Nápoles (2014): no tener una buena autoestima dificulta el correcto crecimiento psicológico [1]. Dados los estereotipos negativos que giran en torno a la menopausia, es habitual que ello repercuta en nuestra autoestima. Las mujeres con una baja autoestima manifiestan más síntomas relacionados con el climaterio, y ello influye de gran manera en el deterioro de la imagen y en la forma de ver la vida.
  • Insomnio → La dificultad para conciliar el sueño, mantenerse dormido sin despertares nocturnos o dificultad para tener sueños reparadores, afecta en gran medida a la calidad de vida de la mujer. Se ha visto que las mujeres posmenopáusicas tienen entre 2,6 y 3,5 veces más problemas para dormir que las premenopáusicas, lo que desencadena en cansancio, peor rendimiento mental durante el día, menor productividad y mayor irritabilidad [1].
  • Trastornos del estado de ánimo → Los trastornos del estado de ánimo depresivos son frecuentes durante el climaterio y tras la llegada de la menopausia [8]. En el caso del trastorno depresivo (un trastorno que afecta a más de 280 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud [2]) presenta una mayor prevalencia en mujeres a lo largo de toda la vida, pero es especialmente común con la llegada de la menopausia. Se estima que entre un 10 y 20% de las mujeres atraviesan por algún tipo de trastorno depresivo durante la menopausia [1, 8], además de ser un período especialmente sensible para experimentar trastornos más graves como la depresión mayor [3]. Otros estudios señalan que el porcentaje de mujeres posmenopáusicas con tendencia a desarrollar una depresión sería de hasta un 40% [4]. Todo ello se traduce en sentir tristeza, ganas de llorar, inestabilidad emocional, sensación de vacío, pérdida de interés por cosas que antes resultaban emocionantes, falta de energía, problemas de autoestima, dificultad para concentrarse… Durante dos semanas o más. Además, también tiene repercusiones directas sobre la sexualidad femenina, ya que provoca pérdida de libido y problemas con la excitación sexual, entre otros.
  • Trastornos de ansiedad → Sentir preocupación, tensión o miedo ante una situación o experiencia estresante es totalmente normal y adaptativo. Sin embargo, cuando la intensidad de los síntomas es desproporcionada, estos se presentan en momentos inadecuados o de manera excesivamente prolongada en el tiempo, es cuando pasa a tratarse de un posible trastorno de ansiedad. Para poder ser considerado un trastorno como tal, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, 2013) establece que deben darse también alteraciones conductuales asociadas a los síntomas cognitivos, como la huida o la evitación [5]. Siendo uno de los trastornos más frecuentes en la actualidad, la prevalencia de este tipo de trastornos a lo largo de la vida se estima que es del doble en mujeres que en hombres [3, 5], y a largo plazo provoca malestar y deterioro significativo de la calidad de vida de muchas mujeres.

¿Cómo puede afectar a la relación de pareja?

Como es de esperar, todo el conjunto de síntomas (físicos, hormonales y psicológicos) que ocurren durante la menopausia pueden provocar mucha angustia e impactar directamente en el bienestar general de la mujer, así como también en sus relaciones interpersonales (familia, trabajo, pareja…) [8]. Concretamente, la situación puede ser más delicada en la relación de pareja, especialmente porque requiere de mucha paciencia y comprensión por parte de esta.

En el caso de haber desarrollado un trastorno depresivo, todo el conjunto de síntomas derivados de la depresión como la disminución del deseo sexual o libido, la sequedad vaginal, la falta de fantasías sexuales o las dificultades para llegar al orgasmo pueden incidir negativamente en el ámbito sexo-afectivo, provocando distanciamiento, negatividad y rechazo por parte de la pareja. Además, en el caso de estar recibiendo tratamiento farmacológico para la depresión (antidepresivos, por ejemplo), es importante también tener en cuenta los efectos secundarios que pueden provocar en la sexualidad, como disfunción sexual y reducción del deseo sexual [9]. Por todo ello, es de vital importancia que la pareja esté informada sobre los síntomas que pueden presentarse con la menopausia, para que de esta manera logre entender el comportamiento de la mujer durante esta etapa delicada de la vida. De igual manera, en el caso de que se experimente mucha ansiedad o irritabilidad, ello también puede repercutir en la calidad de vida de la pareja, sobre todo en el ámbito sexual. Las constantes preocupaciones por la imagen corporal o el miedo a no “rendir bien” en la intimidad pueden afectar en gran medida al autoconcepto de la mujer, provocar problemas de libido y también generar insatisfacción sexual [10].

Consejos para cuidar de tu salud mental

En definitiva, la menopausia es una etapa llena de cambios para la mujer que pueden resultar preocupantes y desembocar en problemas más graves si no se gestionan bien. Al igual que ocurre en el resto de etapas de la vida, es importante cuidar el bienestar y la salud de la mujer para tratar de mitigar los efectos negativos de los síntomas y hacer que el paso por esta etapa sea -dentro de lo posible- más fácil y llevadero. Para ello, durante la menopausia es importante trabajar y tener en cuenta varios aspectos:

- Mantén una actitud positiva. Es especialmente importante entender que la menopausia no es ninguna enfermedad, sino que es un cambio más que viene con la vida y con la edad. Al igual que el embarazo o la primera regla, la menopausia es un proceso que conlleva toda una serie de cambios físicos, hormonales y psicológicos que harán que te enfrentes a un nuevo desafío con tu cuerpo. Aprender a aceptar el cambio y entender que tu cuerpo está cambiando, resultará esencial para mantener tu autoestima. Recuerda que no cambia tu persona, ni quién eres, simplemente es el fin de etapa reproductiva, y el comienzo de una nueva era (¡que puede ser hasta mucho mejor!).

- Lleva un estilo de vida saludable. Lleva una dieta sana y equilibrada, haz ejercicio físico con regularidad (te ayudará a segregar hormonas de la felicidad, como la serotonina) y procura mantener una buena rutina de sueño. Tener un mal descanso nocturno puede favorecer que presentes más síntomas menopáusicos de los que ya puedas tener [6]. Si notas que tienes muchas dificultades para dormir, puedes recurrir a infusiones relajantes como la valeriana, probar la meditación o tomar suplementos de melatonina (hormona del sueño). Es importante respetar tus horas de descanso por la noche (evita tomar siestas durante el día) así como también mantenerte alejada de pantallas o dispositivos electrónicos que puedan distraerte cuando quieras relajarte.

- Explora nuevas formas de intimidad con tu pareja. En momentos delicados como éste, es importante tener una comunicación abierta y activa con tu pareja. Es complicado entender todo lo que está ocurriendo en tu cuerpo, por lo que es clave estar bien informado y contar con recursos para ello. Si vuestra sexualidad se ha visto afectada, es bueno buscar nuevas formas de recuperar la intimidad: empieza por comunicar qué necesitas, qué te apetece, qué no… Tu salud y tus necesidades son una prioridad, y deben de ser escuchadas y respetadas. No tengas miedo a probar cosas nuevas, a recurrir a la masturbación, a lubricantes o juguetes sexuales, ¡todo puede servirte y ayudarte a sentir placer!

- Psicoterapia y/o ayuda médica profesional. Si tus problemas son muy persistentes en el tiempo y notas que no hay avances, nunca está de más buscar ayuda terapéutica. Hay muchos beneficios derivados de acudir a terapia, y así como gran variedad de terapias que te podrían ayudar (terapia cognitivo conductual, técnicas de relajación, terapia de pareja…). Un profesional de la psicología puede proporcionarte las herramientas para trabajar tu autoestima y aceptación, así como también te ayudará a aliviar posibles trastornos como la depresión o la ansiedad. Por otra parte, si tus molestias físicas son muy constantes, no dudes en acudir a tu médico de confianza, o a tu ginecólogo o ginecóloga. A menudo, los déficits hormonales (como los estrógenos), pueden generar muchos síntomas molestos como la sequedad vaginal o dispareunia, y por ello la terapia hormonal sustitutiva (THS) puede serte de gran ayuda. Baraja con tu médico todas las opciones que puedan existir a tu alcance, y no te cierres a probar todo aquello que pueda resultar beneficioso para ti.

- Sé paciente contigo misma. Lo más importante de todo, aprende a ser paciente y respeta tu propio ritmo. La menopausia, al igual que cualquier otra etapa de la vida, tiene sus propios desafíos y puede generar mucha angustia. Por ello, es importante aprender a aceptar los cambios que están ocurriendo en tu cuerpo, y evitar compararte con cómo eras “antes”. Recuerda que sigues siendo la misma mujer de siempre, sólo ha cambiado tu capacidad reproductiva.

Ya has visto cómo puede actuar la menopausia a nivel físico, hormonal y, especialmente, a nivel mental. Cuidar de tu salud física y mental es importante de cara a prevenir la aparición de muchos de los síntomas, así como también para hacer que el paso por esta etapa sea lo más ameno y agradable posible. Recuerda tener paciencia y no ser dura contigo misma, ¡y no tengas miedo de pedir toda la ayuda que necesites!

Si has llegado hasta aquí y te has quedado con ganas de saber más sobre salud mental, menopausia y bienestar de la mujer, te invitamos a pasarte por nuestra web femmeup.es y explorar el contenido de nuestro blog. ¡Eres más que bienvenida!

Fuente: [1] Couto Núñez, D., & Nápoles Méndez, D. (2014). Social and psychological aspects of climaterium and menopause. MEDISAN, 18(10), 1409–1418. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192014001000011&lng=es&tlng=en[2] Organización Mundial de la Salud. (2021). Depresión. OMS. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression[3] Carvajal-Lohr, A., Flores-Ramos, M., Marin Montejo, S. I., & Morales Vidal, C. G. (2016). Los trastornos de ansiedad durante la transición a la menopausia. Perinatología y Reproducción Humana, 30(1), 39–45. https://doi.org/10.1016/j.rprh.2016.03.003[4] Pajares-Mellado, F. E., & García-Ochoa, L. M. (2007). Cómo prevenir y tratar las secuelas de la menopausia. Ediciones Jaguar. http://www.menopause.org/docs/default-source/professional/nams-practice-pearl-depression.pdf[5] American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.) https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596[6] Bas-Sarmiento, P., & Fernandez-Gutierrez, M. (2002). Prevención de los trastornos psicológicos en la menopausia. Interpsiquis, 3, 1–12. https://www.researchgate.net/publication/228770255[7] Síntomas psicológicos de la menopausia. (2021). FemmeUp. Recuperado de: https://femmeup.es/blog/sintomas-psicologicos-de-la-menopausia[8] Depresión y menopausia (2022). FemmeUp. Recuperado de: https://femmeup.es/blog/depresion-y-menopausia[9] ¿Cómo afecta una depresión a la relación de pareja? (2022). FemmeUp. Recuperado de: https://femmeup.es/blog/como-afecta-una-depresion-a-la-relacion-de-pareja[10] Ansiedad sexual: ¿cómo puede afectar la ansiedad a la vida sexual? (2022). FemmeUp. Recuperado de: https://femmeup.es/blog/ansiedad-sexual-como-puede-afectar-la-ansiedad-a-la-vida-sexual

Redacción: Irene García

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