Dolor pélvico y lumbar en la menopausia

Dolor pélvico y lumbar en la menopausia

El dolor pélvico que se extiende a las lumbares es habitual en las mujeres en edad fértil cuando les va a venir la regla, pero tras la menopausia, una vez que los ciclos menstruales terminan, ¿a qué puede deberse este dolor?

Índice

¿Qué es el dolor pélvico?

El dolor pélvico es el dolor localizado en la parte baja del abdomen, donde se sitúa la pelvis, una estructura osteomuscular que se estrecha hacia abajo, limitada por el hueso sacro, el cóccix y los coxales (que forman la cintura pélvica) y los músculos de la pared abdominal inferior y del perineo. Dentro de esta estructura se hallan órganos como el útero, la vagina, la vejiga, el recto… por lo que los dolores de esta zona pueden estar causados por problemas o cambios en cualquiera de estos órganos.

El dolor pélvico puede ser punzante y agudo, aparecer y desparecer o ser más bien sordo y constante. Asimismo, puede ir acompañado de dolores o calambres punzantes, pesadez o presión en la pelvis, dolor en las relaciones sexuales, dolor al ir al baño, etc.

Cuando dura más de 6 meses se habla de dolor pélvico crónico.

Durante la edad fértil, la causa más habitual de este dolor son los cambios asociados al ciclo menstrual, ya que se puede notar dolor pélvico tanto en la ovulación (a mitad del ciclo menstrual), como días antes de venir la regla (síndrome premenstrual) o al venir la menstruación. Sin embargo, una vez que ha venido la menopausia y los ciclos menstruales llegan a su fin, ¿cuál puede ser la causa de este dolor?

Causas del dolor pélvico en la menopausia

1- Enfermedad inflamatoria pélvica. Es una infección de carácter sexual que afecta a la vagina, el útero, las trompas de Falopio o los ovarios que puede causar dolor pélvico, flujo vaginal anormal y con olor desagradable, dolor en las relaciones sexuales, problemas al orinar… El tratamiento es antibiótico ya que suele estar provocada por bacterias como la clamidia y la gonorrea.

2- Cáncer de ovario. Si el cáncer de ovario se ha extendido a la pelvis puede causar dolor abdominal junto con otros síntomas como inflamación abdominal, estreñimiento, ganas frecuentes de ir al baño…

3- Fibromas uterinos. Son tumores no cancerosos que pueden causar dolor en la parte baja del abdomen. El tratamiento es la extirpación.

4- Endometriosis. Es una enfermedad en la que el tejido endometrial crece fuera del útero, afectando a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis. Causa mucho dolor y, aunque es más habitual durante la etapa fértil, se puede extender a la menopausia. En este caso, si el dolor es muy fuerte y dado que la mujer ya ha perdido la fertilidad, se recomienda la extirpación del útero.

5- Problemas musculoesqueléticos. Los trastornos que afectan los huesos, las articulaciones y los tejidos conjuntivos (sistema musculoesquelético) son muy habituales tras la menopausia, como la osteoporosis, la artrosis, la inflamación de la articulación púbica (sínfisis púbica) o hernias.

6- Restos ováricos. Tras una histerectomía completa o parcial pueden quedar pequeños vestigios del ovario, lo que puede dar lugar a quistes que causan dolor en la zona.

7- Síndrome del intestino irritable. Los síntomas asociados con el síndrome del intestino irritable, como inflamación, estreñimiento o diarrea, pueden causar también dolor pélvico.

8- Síndrome de la vejiga dolorosa (cistitis intersticial). Esta afección causa dolor recurrente en la vejiga y ganas frecuentes de orinar.

9- Síndrome de congestión pélvica. Esta enfermedad causa la inflamación de las venas de la pelvis, lo que puede dar lugar a dolor pélvico.

10- Factores psicológicos. La depresión, el estrés crónico o la ansiedad pueden causar dolor en la parte baja del abdomen.

11- Disfunción del suelo pélvico. Este problema puede causar debilidad o tensión en los músculos (hipertonicidad) que puede incluir dificultad para orinar y defecar, incontinencia o dolor al sentarse, al realizar actividad física, al tener relaciones sexuales, etc.

Para confirmar la causa, el profesional de medicina deberá hacer una serie de pruebas como examen pélvico, análisis de sangre, ecografía abdominal, tomografía axial computarizada, laparoscopia, etc.

¿Cómo se trata el dolor pélvico en la menopausia?

El tratamiento depende de la causa ya que, como hemos ido viendo, pueden ser necesarios antibióticos, cirugía, etc. Además, para calmar el dolor se pueden administrara analgésicos o antiinflamatorios.

En algunos casos se puede recurrir a los tratamientos hormonales o a los antidepresivos si la causa es más bien mental.

Además, la fisioterapia, los ejercicios de estiramiento, masajes y otras técnicas de relajación pueden mejorar el dolor pélvico crónico.

Si el dolor por depresión o un trastorno mental, la psicoterapia también puede ayudar.

La acupuntura también es muy útil para aliviar y tratar los dolores crónicos como el dolor pélvico.

El dolor crónico puede afectar considerablemente a la vida diaria, la calidad de vida, la salud e incluso impedir ciertas actividades. Por eso, hay que buscar tratamiento con el profesional de ginecología cuanto antes y, además hacer una serie de cambios en el estilo de vida que pueden reducir el dolor, como las técnicas de relajación y respiración profunda, seguir una dieta sana y evitar el sobrepeso, hacer ejercicio físico con regularidad, etc.

Dolor lumbar en la menopausia

La columna vertebral es una estructura ósea articulada que funciona principalmente como elemento de sostén, además de recubrir y proteger la médula espinal. Está formada por 33 vértebras y las 5 últimas corresponden a la zona lumbar y son las que permiten los movimientos de extensión, rotación y flexión lateral.

El dolor lumbar es un problema de salud frecuente, especialmente en personas mayores de 50 años y tras la menopausia, probablemente por los cambios hormonales que provoca esta etapa y el envejecimiento, que provoca debilitamiento en los músculos y huesos.

El dolor más habitual en las lumbares es la lumbalgia, un dolor que aparece y se acentúa con el movimiento y mejora con el reposo. Su causa más frecuente son los procesos degenerativos, tales como la artrosis (habitual tras la llegada de la menopausia) y los problemas de los discos intervertebrales.

Para tratar el ataque de dolor, se aconsejan los antiinflamatorios, pero no deben tomarse mucho tiempo ya que pueden causar problemas estomacales. Para evitar que el dolor aparezca de nuevo se aconseja rehabilitación, fisioterapia, aplicación de técnicas de electroterapia (ultrasonido, magnetoterapia, etc.), masoterapia y, sobre todo, ejercicios de entrenamiento y fuerza para fortalecer la musculatura lumbar.

Fuente: Asociación Española para el Estudio de la Menopausia

Redacción: Irene García

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