¿Cuánto dura la postmenopausia?

¿Cuánto dura la postmenopausia?

El climaterio es el periodo en la vida de una mujer en la que se producen una serie de cambios fisiológicos debido a la disminución natural de la actividad de las glándulas sexuales. Este periodo engloba tres fases: perimenopausia, menopausia y postmenopausia. Esta última puede abarcar varios años después de la menopausia y se extiende, más o menos, hasta los 65 años.

Índice

¿Qué es la postmenopausia?

En medicina, la menopausia es el momento en la vida de una mujer en el que, tras 12 meses consecutivos sin tener la regla, las menstruaciones llegan a su vida y acaba su vida fértil. Este proceso está causado por una disminución en los niveles de las hormonas sexuales femeninas, estrógenos y progesterona, que causan además una serie de cambios fisiológicos en todo el organismo.

Tras la menopausia comienza la postmenopausia, una fase que puede durar varios años y que comienza antes o después en cada mujer, aunque lo normal es que la menopausia llegue en torno a los 51 años.

En esta última fase del climaterio el descenso en la producción de estrógenos se afianza, por lo que algunos síntomas de la menopausia se pueden volver más frecuentes e intensos, como los sofocos, los cambios de humor, la ansiedad, la sequedad vaginal… aunque la buena noticia es que se tratan mejor.

Asimismo, la falta de estrógenos puede aumentar el riesgo de padecer otros problemas más serios, como la osteoporosis o las enfermedades cardiovasculares, ya que los estrógenos ya no nos protegen del desarrollo de estas enfermedades.

¿Cuánto dura la postmenopausia?

La postmenopausia dura hasta la llegada de la tercera edad, es decir, hasta los 65 años, pero la duración de esta fase depende del momento de la llegada de la menopausia, que varía mucho de unas mujeres a otras. Por ejemplo, en mujeres en las que la menopausia llega a los 50 años, la postmenopausia duraría unos 15 años. Pero en mujeres en las que la menopausia no llega hasta los 55 años, duraría solo 10 años.

Síntomas de la postmenopausia

Como decíamos, en la postmenopausia la disminución de los niveles de estrógenos se afianza, por lo que, durante los primeros meses, los síntomas pueden notarse más intensos y frecuentes. Sin embargo, a medida que transcurren los años, los síntomas clásicos de la menopausia se van reduciendo, como sofocos, sudores nocturnos, palpitaciones, falta de memoria, ansiedad, etc.

No obstante, lo que sí es cierto es que el riesgo de padecer algunas enfermedades se eleva debido a la falta de protección de los estrógenos y al envejecimiento, por lo que la mujer debe cuidarse más para evitar el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis, que implica la pérdida de masa ósea y el riesgo de sufrir fracturas, enfermedades cardiovasculares o la atrofia del aparato genital.

En cuanto a los cambios genitourinarios, estos son muy importantes en esta etapa ya que los estrógenos mantienen la irrigación sanguínea, la trasudación y la secreción glandular, responsables de la lubricación vaginal, por lo que es normal continuar sufriendo sequedad vaginal y, por lo tanto, dolor en las relaciones sexuales. Las molestias hacen que se eviten las relaciones sexuales, por lo que la vagina puede volverse más corta y estrecha, aumentando el dolor en la penetración y afectando a la calidad de vida y a las relaciones de pareja.

Asimismo, el tejido vaginal se hace más delgado y menos elástico, se vuelve más frágil y puede agrietarse y sangra brevemente, por lo que es posible sufrir pequeños sangrados vaginales que no tienen ya nada que ver con las menstruaciones, puesto que estas acabaron.

También es normal sufrir más infecciones vaginales o urinarias, prolapso e incontinencia urinaria a causa de la falta de firmeza y elasticidad en los tejidos y músculos de toda la zona perineal.

Cuidados en la postmenopausia

Aunque la postmenopausia puede resultar una etapa un poco complicada por todos los cambios que la mujer tiene que afrontar, incluido el del paso del tiempo y el envejecimiento, también puede ser una nueva etapa con mucho que ofrecer si sabemos cómo cuidarnos y superar los problemas que pueden surgir en ella.

Para empezar, hay que ver el lado bueno de esta etapa, como una mayor libertad al no tener el riesgo de embarazo ni tener que preocuparse cada mes por la regla. Los hijos suelen ser mayores y se pueden volver a hacer muchas cosas que habían dejado de hacerse, como practicar deporte con regularidad, algo fundamental para cuidarse y evitar problemas como el aumento de peso, las enfermedades cardiovasculares o la osteoporosis.

Seguir una dieta sana también es fundamental y nos ayudará a mantenernos más sanas y lucir una mejor figura e incluso una piel más bonita. Nada de grasas saturadas o azúcares en exceso, opta por los alimentos frescos y sanos como hortalizas, verduras, frutas, cereales integrales, lácteos desnatados, carnes magras, pescados, legumbres…

Si las relaciones sexuales son un problema a causa del dolor, usa un lubricante natural para que la sequedad no sea una excusa. Es importante cuidar a la pareja y mantener viva la llama del deseo para que la pareja siga viva.

Si tienes dudas o los síntomas que experimentas interfieren en tu día a día, acude al médico para ver si es necesario algún tratamiento que favorezca tu salud y te permita seguir disfrutando de tu vida como antes. O incluso más. La postmenopausia no es el fin de tu vida, solo es el inicio de una etapa más.

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