¿Cómo cuidar el suelo pélvico en la menopausia?

¿Cómo cuidar el suelo pélvico en la menopausia?

La disminución de los estrógenos, junto con los cambios ligados al envejecimiento de los músculos y ligamentos que forman el suelo pélvico, afectan gravemente al suelo pélvico al llegar la menopausia.

Índice

¿Cómo afecta la menopausia al suelo pélvico?

La menopausia afecta al suelo pélvico principalmente debido a la disminución de los niveles de estrógenos. La pérdida de masa muscular habitual en esta etapa también afecta a esta musculatura, debilitándola. Los ligamentos también se vuelven más laxos y disminuye el colágeno, que forma parte de los tejidos de sostén en el cuerpo.

Algunos estudios han comprobado que el grosor del músculo que cierra la uretra se reduce un 3% cada año en mujeres mayores, lo que provoca cambios estructurales y funcionales:

- Debilitamiento de los tejidos: la falta de estrógenos reduce la elasticidad y la tonicidad de los músculos del suelo pélvico, haciéndolos más propensos a debilitarse.

- Atrofia vaginal y del tejido circundante: los tejidos de la vagina y la uretra se adelgazan, pierden lubricación y se vuelven menos resistentes, lo que puede afectar el soporte del suelo pélvico.

- Aumento del riesgo de incontinencia urinaria: el debilitamiento del suelo pélvico y los cambios en la uretra favorecen la incontinencia urinaria de esfuerzo (al toser, estornudar o levantar peso) y la urgencia urinaria. La uretra, que es muy sensible al déficit hormonal, se atrofia y disminuye su riego sanguíneo, favoreciendo la aparición de molestias urinarias.

- Prolapso de órganos pélvicos: la pérdida de soporte muscular puede facilitar el descenso de la vejiga, el útero o el recto hacia la vagina, causando incomodidad o problemas funcionales.

- Dolor pélvico y disfunción sexual: la tensión o debilidad en el suelo pélvico puede generar dolor pélvico crónico y lumbar. Además, la atrofia vaginal puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas.

- Estreñimiento o problemas digestivos: un suelo pélvico débil puede afectar el control de los movimientos intestinales, aumentando el riesgo de estreñimiento o incontinencia fecal.

Si a todo este natural deterioro de los tejidos musculares y de sostén le unimos que casi todas las mujeres han pasado por uno o varios embarazos y partos, que dañan el suelo pélvico, es normal que la mayoría de las mujeres de 50 años tengan problemas con el suelo pélvico, por lo que deben cuidarlo y prestarle especial atención.

Ejercicios para el suelo pélvico en la menopausia

Fortalecer el suelo pélvico durante la menopausia es importante para prevenir los problemas antes descritos:

1. Ejercicios de Kegel: son el método más conocido para fortalecer el suelo pélvico.

Cómo hacerlo:

Identifica los músculos del suelo pélvico (como si intentaras detener el flujo de orina).

Contrae estos músculos durante 5-10 segundos.

Relaja completamente durante 5-10 segundos.

Repite de 10 a 15 veces, 3 veces al día.

2. Elevación de pelvis (puente): fortalece el suelo pélvico y los glúteos.

Cómo hacerlo:

Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies en el suelo.

Eleva lentamente las caderas contrayendo los músculos del suelo pélvico.

Mantén la posición durante 5-10 segundos y baja lentamente.

Haz 10-15 repeticiones, 2-3 veces al día.

Una alternativa a este ejercicio es colocar una goma en los tobillos y, al elevar la cadera, intentar abrir las piernas. Aguantar unos segundos y volver a bajar.

3. Sentadillas profundas: mejoran la fuerza general de la pelvis y el suelo pélvico.

Cómo hacerlo:

De pie, separa los pies a la altura de los hombros.

Baja las caderas como si fueras a sentarte en una silla, manteniendo la espalda recta.

Contrae los músculos del suelo pélvico al subir.

Realiza 10-12 repeticiones, 2-3 veces al día.

4. Ejercicio de la pelota: fortalece mientras se trabaja el equilibrio.

Cómo hacerlo:

Siéntate sobre una pelota de ejercicio con los pies firmes en el suelo.

Contrae el suelo pélvico y mantén la contracción mientras mantienes el equilibrio.

Repite de 10 a 15 veces.

5. Respiración diafragmática: promueve la relajación y fortalece de manera suave.

Cómo hacerlo:

Acuéstate boca arriba con una mano en el abdomen y la otra en el pecho.

Respira profundamente llenando el abdomen mientras relajas el suelo pélvico.

Al exhalar, contrae el suelo pélvico suavemente.

Realiza 5-10 minutos al día.

6. Bird-Dog (Perro-pájaro): trabaja el suelo pélvico y la estabilidad del núcleo.

Cómo hacerlo:

Ponte en posición de cuatro puntos (manos y rodillas en el suelo).

Extiende un brazo y la pierna contraria manteniendo la contracción del suelo pélvico.

Regresa a la posición inicial y cambia de lado.

Haz 10-12 repeticiones por lado.

Otros consejos para cuidar el suelo pélvico en la menopausia

1- Cuida tu postura siempre para no sobrecargar la musculatura perineal. Mantente recta y estirada tanto de pie como sentada, como si un hilo invisible tirara de tu cabeza hacia arriba.

2- Mantente bien hidratada para que el sistema urinario funcione correctamente.

3- Evita el estreñimiento con una dieta rica en fibra, 2 litros de agua al día, ejercicio y yendo al baño todos los días a la misma hora.

4- No te aguantes mucho cuando tengas ganas de hacer pis.

5- Protege tu suelo pélvico al estornudar, toser… haciendo una contracción cuando vayas a hacer este tipo de movimientos.

6- Olvídate de los ejercicios abdominales tradicionales tipo crunch, son muy perjudiciales para el suelo pélvico.

7- Evita los deportes que impliquen saltar o correr ya que dañan el suelo pélvico.

8- Procura mantener relaciones sexuales con regularidad y tener orgasmos para contraer estos músculos y mantenerlos en forma.

9- Consulta a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para guiarte en técnicas más específicas.

10- La acupuntura también puede ayudarte.

11- Evita el estrés y practica técnicas como el yoga o la meditación para mantener los músculos fuertes.

12- Evita fumar ya que el tabaco debilita el suelo pélvico.

13- Mantén un peso saludable ya que el exceso de peso debilita aún más la musculatura de la zona.

14- Evita alimentos y bebidas que puedan irritar la vejiga, como la cafeína, el alcohol, el picante…

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