¿Qué pasa con los andrógenos en la menopausia?

¿Qué pasa con los andrógenos en la menopausia?

Los andrógenos son un grupo de hormonas llamadas masculinas porque los hombres las producen en niveles mayores que las mujeres, pero eso no significa que las mujeres no produzcan también andrógenos y que sus niveles también varíen al llegar la menopausia.

Índice

¿Qué son los andrógenos?

Los andrógenos son un grupo de hormonas llamadas masculinas ya que los hombres las producen en niveles más elevados, pero eso no significa que las mujeres no produzcan también andrógenos. Los andrógenos son un grupo de hormonas esteroides ya que se forman a partir del colesterol, al igual que los estrógenos, en la glándula suprarrenal y los ovarios.

Los andrógenos son muy importantes para la función reproductora, pero participan en otras funciones relacionadas con el metabolismo, la insulina, la distribución de la grasa corporal y el crecimiento del tejido muscular.

Existen tres tipos principales de andrógenos: testosterona, androsterona y androstenediona.

- Testosterona: se segrega en las mujeres en la corteza suprarrenal y los ovarios. Influye en la distribución de la grasa corporal, el metabolismo y la configuración de los caracteres sexuales secundarios.

- Androsterona: los niveles elevados de esta hormona en las mujeres provoca exceso de vello y voz ronca.

- Androstenediona: se produce en los ovarios y ayuda a producir los estrógenos.

Además, existe un subgrupo de andrógenos que tienen un origen suprarrenal y ayudan a regular varios órganos y evitar la pérdida ósea en las mujeres tras la menopausia. Los principales son:

- Dehidroepiandrosterona (DHEA): ayuda a formar los estrógenos y es fundamental para la aparición de vello axilar y púbico en la pubertad.

- Androstendiol: regula la secreción de gonadotropina, una hormona fundamental para la reproducción.

- Dihidrotestosterona (DHT): es el andrógeno principal en la próstata y los folículos pilosos.

¿Cuáles son los niveles habituales de andrógenos en las mujeres?

Los niveles de andrógenos varían en función de la edad y la etapa reproductiva, ya que suelen aumentar en la pubertad o el embarazo.

Igualmente, los niveles de andrógenos, así como los niveles de estrógenos y progesterona, varían según el momento del ciclo menstrual. En la mayoría de las mujeres, el nivel máximo de testosterona se alcanza antes de la ovulación, es decir, hacia la mitad del ciclo, aunque no es igual en todas las mujeres.

No obstante, estos niveles deben estar siempre controlados ya que unos niveles muy elevados de andrógenos en las mujeres causan hirsutismo, acné, menstruaciones irregulares, amenorrea, anovulación, infertilidad…

Algunas de las causas principales de estos niveles muy altos son el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), tumores en la glándula suprarrenal, tumores en el ovario, enfermedad de Cushing, hiperprolactinemia, etc.

Mientras que los niveles repentinamente bajos de andrógenos suelen estar provocados por menopausia precoz o quirúrgica, hipopituitarismo, quimioterapia, VIH, insuficiencia suprarrenal, anticonceptivos y terapia de remplazo hormonal de estrógeno.

Se cree que la disminución de la libido causada por el envejecimiento está relacionada con una disminución en los niveles de andrógenos, particularmente de testosterona, aunque hay estudios contradictorios al respecto ya que no todas las mujeres con niveles bajos de andrógenos tiene la libido baja.

Los niveles habituales de testosterona total según la edad son:

12-16 años: menor a 75 ng/dL

17-18 años: 20-75 ng/dL

≥19 años: 8-60 ng/dL (10)

Mientras que de testosterona libre son:

15 -18 años: <0.04-1.09 ng/dL.

+19 años: el límite superior del rango normal es 1.08 ng/dL hasta los 40 años, valor que disminuye hasta 0.92 ng/dL a los 50 años y sigue bajando pasada esta edad.

Testosterona biodisponible:

≤19 años: no establecido

20-50 años: 0.8-10 ng/dL

>50 años: no establecido (10)

DHEA-S

12-17 años: 20-555 mcg/dL

19-30 años: 45-380 mcg/dL

31-50 años: 12-379 mcg/dL

Posmenopausia: 30-260 mcg/dL (11)

Niveles de andrógenos en la menopausia

Los andrógenos son precursores de estrógenos en el ovario, hueso, cerebro y tejido adiposo. De ahí la importancia de que la mujer tenga niveles adecuados de andrógenos para producir estrógenos. El estroma del ovario, en la menopausia, continúa produciendo andrógenos por un tiempo. Los andrógenos fabricados por las glándulas suprarrenales disminuyen a la mitad a los 40 a 44 años, después la disminución no es tan rápida y no está relacionada con la menopausia, sino con el envejecimiento general.

El ovario posmenopáusico sigue produciendo testosterona durante unos 10 años tras la llegada de la menopausia, por lo que la menopausia fisiológica no se acompaña necesariamente con ‘deficiencia androgénica’.

La dehidroepiandrosterona tiene la mayor caída (+ 75%) después de la menopausia. La mayor disminución de DEAH-S ocurre entre los 50 y 60 años; desde entonces, la disminución es menor. La testosterona empieza a disminuir 5 años después de la menopausia.

Por lo tanto, en la menopausia es habitual que los niveles de andrógenos disminuyan, al igual que lo hacen los de estrógenos ya que los ovarios dejan de producir estas hormonas. Sin embargo, como el descenso de los estrógenos es mucho más marcado y se siguen produciendo andrógenos, en las mujeres en transición menopáusica y postmenopáusicaa se observa un aumento relativo de andrógenos, lo que puede causar diversos problemas como un incremento de la insulino resistencia y un aumento de peso y de grasa corporal, aumentando el riesgo de sufrir síndrome metabólico, una enfermedad potencialmente grave.

Como decíamos, es cierto que los andrógenos disminuyen a lo largo de la vida de la mujer, pero, al llegar la menopausia, los andrógenos adquieren protagonismo frente a la fuerte caída de los estrógenos, por lo que sus niveles, aunque sean más bajos, pueden tener efectos diferentes en el organismo al desaparecer la protección y el equilibrio de los estrógenos frente a ellos.

Terapia con andrógenos en la menopausia

La terapia de sustitución hormonal o coterapia con andrógenos en la menopausia puede ayudar en el caso de síntomas vasomotores muy intensos y graves. Varios estudios han demostrado que la adición de andrógenos durante varios meses disminuye los sofocos, sudores nocturnos y la sequedad vaginal de igual forma que los estrógenos solos.

También puede mejorar la libido baja y la satisfacción sexual al administrarse testosterona junto con estrógenos.

Asimismo, se ha comprobado que la testosterona en dosis altas puede mejorar el estado anímico y evitar la ansiedad y la depresión características de la menopausia.

Esto se debe a que los andrógenos se convierten con facilidad en estrógenos, por lo que pueden ayudar a combatir todos los síntomas asociados al descenso de los estrógenos durante la menopausia. Incluso pueden ayudar a proteger de la pérdida de masa ósea y del aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Así, un artículo publicado en Obstetrics and Gynecology mostró que la adición del andrógeno a la terapia de estrógenos incrementa en forma significativa la densidad ósea, mejorando, además, la composición corporal y la masa corporal magra.

También, es recomendado para la fuerza muscular, osteoporosis, taquicardias, problemas de cognición, algunas cefaleas y dolor cervical y de espalda.

La terapia primaria con andrógenos se aconseja en mujeres con razón fisiológica para concentraciones reducidas de andrógenos, como son el caso del envejecimiento, el hipopituitarismo, la ooforectomía y la insuficiencia suprarrenal.

¿Tienen riesgos los andrógenos?

Los andrógenos, especialmente si se usan mucho tiempo y en dosis elevadas, pueden causar acné, engrosamiento de la voz e hirsutismo, aunque no ocurre si se mantiene la dosis en una niveles fisiológicos normales.

En este influye también la vía de administración, ya que parece que la testosterona transdérmica tiene menos efectos secundarios hasta en dosis elevadas. Sin embargo, la administración de andrógenos por vía oral puede afectar a los niveles de triglicéridos y colesterol HDL.

Fuente: José Pacheco. Deficiencia androgénica en la posmenopausia. Rev Per Ginecol Obstet. 2007;53:203-209. https://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/ginecologia/vol53_n3/pdf/A12V53N3.pdfPluchino N, Carmignani A, Cubeddu A, Santoro A, Cela V, Alcalà TE. Androgen therapy in women: for whom and when. Archives of Gynecology and Obstetrics. 2013 Oct 1;288(4):731-7.Wierman ME, Arlt W, Basson R, Davis SR, Miller KK, Murad MH, Rosner W, Santoro N. Androgen therapy in women: a reappraisal: an Endocrine Society clinical practice guideline. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. 2014 Oct 1;99(10):3489-510.Braunstein GD, Reitz RE, Buch A, Schnell D, Caulfield MP. Testosterone reference ranges in normally cycling healthy premenopausal women. The Journal of Sexual Medicine. 2011 Oct 1;8(10):2924-34.

Redacción: Irene García

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