¿Cómo es el sangrado en la perimenopausia?
La perimenopausia es el período de transición que experimenta una mujer antes de la menopausia, cuando los ovarios comienzan a disminuir su producción de hormonas reproductivas como el estrógeno y la progesterona. Durante la perimenopausia, una mujer puede experimentar diferentes síntomas como sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal, cambios de humor, disminución de la libido y cambios en el patrón menstrual. Veamos cómo afecta la entrada en esta etapa a la menstruación.
Índice
- Cambios más habituales en el sangrado en la perimenopausia
- ¿Cuándo suelen aparecer estos cambios?
- ¿Por qué se producen los cambios menstruales en la perimenopausia?
- ¿Cuándo acudir al médico?
- ¿Qué hacer si tengo sangrados irregulares?
Cambios más habituales en el sangrado en la perimenopausia
1. Ciclos más cortos o más largos
Las variaciones hormonales de los estrógenos y la progesterona, hormonas responsables del ciclo menstrual, hacen que este se vea alterado y, por ejemplo, los ciclos se vuelvan más cortos, pasando menos tiempo entre una regla y la siguiente (incluso solo 15 días); o al revés, más largos, por lo que entre una regla y otra pueden pasar hasta 45 días.
En la primera etapa de la perimenopausia es normal que los ciclos sean más cortos, mientras que, a medida que pasa el tiempo, es más habitual que la regla se retrase varios meses debido a que los ovarios ya no funcionan correctamente.
En el caso del retraso entre ciclos, el endometrio se hace excesivamente grueso y necesita más tiempo para desprenderse. Esta acumulación excesiva de tejido implica período más largo y abundante hemorragia menstrual.
2. Sangrado más escaso o muy abundante
También se notan alteraciones en la cantidad de sangrado y es normal tanto que sangres muy poco, como que el sangrado sea muy abundante.
3. Sangrado entre reglas
Los estrógenos también pueden causar un sangrado vaginal entre reglas sin ovulación previa. El sangrado intermenstrual en la premenopausia es propio de esta etapa. Es algo normal debido a la descamación del útero que se produce en esta etapa por los cambios hormonales, aunque es mejor que consultes con un profesional de ginecologías por si el sangrado pudiera deberse a otra causa.
4. Reglas muy largas
Otro cambio habitual es experimentar una regla que dure hasta 15 días lo que, aunque tampoco es preocupante, sí puede ser muy molesto e incluso puede desembocar en una anemia ferropénica por estar sangrado tanto tiempo.
5. Dolor de regla sin tener la regla
También es habitual que tengas dolores en la zona de los ovarios y otros cambios asociados a la menstruación como hinchazón, malestar… pero que, finalmente, no te baje la regla. Eso se debe a que el descenso de los estrógenos no permite que llegue a producirse la ovulación, pero sí hay movimientos en la zona que producen esas molestias. Por lo general, el dolor se debe a que los ovarios siguen desempeñando parte de su función, aunque no tengas la regla.
Incluso puede que estos dolores vengan acompañados de un ligero manchado tan leve que no podrá considerarse ni menstruación.
¿Cuándo suelen aparecer estos cambios?
Los primeros cambios en la regla, que avisan de la entrada en la perimenopausia, suelen producirse entre los 40 y los 45 años. Pero esto no significa que la menopausia vaya a llegar ya… pueden pasar entre 2 y 8 años hasta que se certifica la llegada de la menopausia, lo que ocurre tras 12 meses consecutivos sin la regla.
No obstante, recuerda que estos tiempos son orientativos y son muchos los factores (dieta, peso, estilo de vida, salud, enfermedades) que pueden hacer que la menopausia llegue antes de lo normal (menopausia precoz) o más tarde (menopausia tardía).
¿Por qué se producen los cambios menstruales en la perimenopausia?
A partir de los 38-40 años la mujer empieza a perder folículos ováricos, las estructuras en las que se encuentran los ovocitos. Su reducción produce una disminución de la inhibina, la hormona responsable de regular la baja secreción de la hormona foliculoestimulante (FSH), que amentará sus niveles para intentar que el ovario continúe funcionando. Durante este proceso, la hormona luteinizante (LH) permanecerá en sus niveles normales y los estrógenos se elevarán ligeramente.
Todo esto puede hacer que se produzcan todos los cambios menstruales antes indicados.
¿Cuándo acudir al médico?
1- Cuando el dolor de ovarios es muy intenso y no desaparece en unos días ni se calma con analgésicos.
2- Si la regla dura más de 15 días, ya que puede causar anemia.
3- Sangrado menstrual muy abundante (por ejemplo, tienes que cambiarte el tampón o la compresa cada hora durante bastante tiempo).
4- Sangrado después de las relaciones sexuales.
5- Varios ciclos menstruales seguidos muy cortos.
6- Sangrado después de un año sin haber tenido periodos.
En algunos casos, todos estos cambios pueden deberse a otros trastornos o enfermedades como pólipos uterinos, cáncer de útero, atrofia endometrial, hiperplasia endometrial… por lo que es aconsejable que preguntas al profesional de ginecología.
¿Qué hacer si tengo sangrados irregulares?
Lo primero que debes hacer es no preocuparte mucho, ya que todos estos cambios son normales. Sin embargo, ante cualquier síntoma molesto o preocupante, debes acudir al profesional de ginecología para consultar.
Si tienes sangrados muy abundantes, deberás hacerte un análisis de sangre para comprobar si tienes anemia o no y si debes tomar hierro.
También es recomendable incorporar estrógenos naturales a tu dieta, ya que te ayudarán a combatir ese descenso hormonal. Puedes encontrarlos en la isoflavonas de la soja, por ejemplo.
Anota cualquier cambio en tu regla y cuándo te viene la menstruación para que lleves un control de todas las variaciones.
En casos más serios puedes recurrir a medicamentos como la terapia de sustitución hormonal, que puede reducir el sangrado, acortar el período y aliviar el síndrome premenstrual al conseguir que el endometrio no crezca en exceso.
También puedes tomar analgésicos o antiinflamatorios para el dolor o colocarte un DIU (dispositivo intrauterino), que regula los periodos abundantes y dolorosos.
El ejercicio físico también ayuda a calmar el dolor y la hinchazón, además de ofrecer otros muchos beneficios en esta etapa como reducir el estrés, controlar el peso, etc.
Y puedes recurrir a suplementos específicos para la menopausia que ayudan a regular las hormonas y aliviar los síntomas propios de esta etapa como los sofocos, la sequedad vaginal, la disminución de la libido, etc.
Fuente:
Santoro N. Perimenopause: From Research to Practice. J Womens Health (Larchmt). 2016 Apr;25(4):332-9. doi: 10.1089/jwh.2015.5556. Epub 2015 Dec 10.