Beneficios del azafrán en la menopausia

Beneficios del azafrán en la menopausia

El azafrán es una especia de color rojo oscuro que se extrae de los estigmas de la flor Crocus sativus. Se ha utilizado tradicionalmente como tratamiento para afecciones de los ojos, la piel, el tracto respiratorio, gastrointestinal y genitourinario, dolores de parto y por sus efectos para mejorar el estado de ánimo. Las últimas investigaciones apuntan que también puede ayudar a tratar los síntomas de la menopausia.

Índice

Propiedades del azafrán

El azafrán es ampliamente utilizado en la cocina para dar sabor y color a una variedad de platos, pero también se ha utilizado tradicionalmente en la medicina herbal por sus posibles propiedades antioxidantes y antidepresivas.

El azafrán contiene compuestos antioxidantes como crocina, crocetina y safranal, que pueden ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo.

También puede tener efectos antidepresivos, posiblemente al influir en los niveles de serotonina y otros neurotransmisores en el cerebro.

Se ha demostrado en estudios de laboratorio que ciertos compuestos del azafrán tienen propiedades antiinflamatorias, lo que podría ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas de condiciones inflamatorias como la artritis.

Por todo ello, puede usarse en forma de suplementos para mejorar la salud.

Beneficios del azafrán en la menopausia

La transición menopáusica se asocia con cambios en las hormonas sexuales y la función reproductiva y se caracteriza por una variedad de molestias específicas de la menopausia, como síntomas vasomotores (p. ej., sofocos y sudores fríos o nocturnos), alteraciones del sueño, molestias urogenitales (p. ej., sequedad vaginal, relaciones sexuales dolorosas e infecciones urogenitales recurrentes), dolor de mama, dolor en las articulaciones, cambios en la función y el rendimiento cognitivo y alteraciones del estado de ánimo, incluidos síntomas depresivos y relacionados con la ansiedad. La transición a la menopausia también se asocia con un mayor riesgo de osteoporosis, alteraciones metabólicas y enfermedades cardiovasculares.

Las opciones terapéuticas para el tratamiento de los síntomas de la menopausia incluyen la terapia de reemplazo hormonal (TRH), antidepresivos farmacéuticos y cambios en la actividad física y el estilo de vida. Aunque son eficaces, los tratamientos como la TRH se asocian con un mayor riesgo de tromboembolismo venoso, accidente cerebrovascular, enfermedad cardiovascular, cálculos biliares y cáncer de mama. Por eso, es conveniente buscar suplementos o plantas naturales que nos ayuden a tratar estos síntomas sin necesidad de recurrir a los fármacos.

Uno de ellos es el azafrán, que se ha demostrado eficaz para tratar los síntomas de la menopausia gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antidepresivas.

Así, en un estudio de 12 semanas en mujeres posmenopáusicas con sofocos, la ingesta de azafrán se asoció con reducciones en los sofocos y los síntomas depresivos. Como componente de una fórmula multiherbal, el azafrán también se asoció con mejoras en los síntomas físicos y mentales en mujeres posmenopáusicas y con un alivio de los síntomas físicos, psicológicos y urogenitales en mujeres perimenopáusicas.

En este estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de 12 semanas de duración, la administración de un extracto de azafrán (affron®) en una dosis de 28 mg al día se asoció con mayores mejoras en los síntomas psicológicos en mujeres que experimentan la perimenopausia en comparación con el placebo. El azafrán también se asoció con mejoras en los síntomas vasomotores (p. ej., sofocos y sudoración nocturna) y somáticos. La ingesta de azafrán fue bien tolerada y no se informaron eventos adversos importantes, aunque hubo un mayor número de informes de molestias digestivas leves (p. ej., flatulencia y náuseas).

Los efectos del azafrán para mejorar el estado de ánimo han sido confirmados en varios estudios. En un metanálisis que comprendió 23 estudios, la administración de azafrán tuvo un gran efecto terapéutico positivo en comparación con el placebo sobre los síntomas depresivos y de ansiedad. Estos estudios se han realizado en adultos de distintas edades, sin que ningún ensayo haya examinado específicamente sus efectos para mejorar el estado de ánimo durante la perimenopausia. Sin embargo, en un estudio realizado en mujeres posmenopáusicas con sofocos, se identificaron mejoras en los síntomas depresivos después de la administración de un extracto de azafrán durante 6 semanas.

En el ensayo actual, el azafrán se asoció con una reducción del 33 y el 32 por ciento en los síntomas de ansiedad y depresión, respectivamente, lo que sugiere que tenía un efecto generalizado de mejora del estado de ánimo.

La mayoría de las mejoras en el estado de ánimo autovalorado se produjeron en las primeras 4 semanas del ensayo, con mejoras continuas, aunque menos pronunciadas, de las semanas 4 a 12.

Los mecanismos asociados con los efectos antidepresivos y ansiolíticos del azafrán aún no se han determinado, aunque se postula que son multifactoriales. Por ejemplo, se ha demostrado que el azafrán influye en la actividad de los neurotransmisores, la inflamación, la actividad del eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal (HPA), el estrés oxidativo, la actividad mitocondrial y la neuroplasticidad. Se han identificado regularmente alteraciones en estos mecanismos en la depresión y la ansiedad.

Además, es posible que los efectos del azafrán para mejorar el estado de ánimo durante la perimenopausia puedan estar asociados con su influencia sobre las hormonas sexuales. En un estudio con animales, la administración de zearalenona (una micotoxina con potentes efectos estrogénicos) más azafrán a ratones hembra de 8 semanas de edad se asoció con concentraciones séricas más altas de hormona luteinizante (LH), hormona estimulante del folículo (FSH), estradiol y progesterona en comparación con zearalenona sola. En un estudio en ratas hembras adultas, la administración de crocina (un componente activo del azafrán) disminuyó las concentraciones de estrógeno y progesterona, pero no afectó a la FSH ni a la LH.

Estos estudios en animales sugieren que el azafrán puede alterar las concentraciones de hormonas sexuales, aunque sus efectos están influenciados por la dosis, la edad y la exposición al factor estresante.

En cuanto a los síntomas vasomotores, en un ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de 6 semanas de duración, el azafrán administrado en una dosis de 30 mg al día se asoció con mejoras significativas en los sofocos en mujeres posmenopáusicas que experimentaban ≥14 sofocos por semana.

En un ensayo de 12 semanas que utilizó dosis múltiples de una combinación de hierbas mixtas que contenía azafrán, hinojo y manzanilla en mujeres perimenopáusicas, hubo mayores mejoras en los síntomas físicos con la dosis alta únicamente y mayores mejoras en los síntomas psicológicos y urogenitales (p. ej., problemas sexuales, molestias urinarias y sequedad vaginal) solo en dosis bajas, en comparación con el placebo.

En otro estudio en mujeres posmenopáusicas, la combinación de hierbas que comprende azafrán, tribulus terrestris, zingiber officinale (jengibre) y canelaum zeylanicum (canela) administrada durante 4 semanas se asoció con mayores mejoras en los síntomas físicos y mentales, pero no en los síntomas urogenitales, en comparación con el placebo.

Otro estudio mostró que el extracto de azafrán reduce significativamente los sofocos tanto en su intensidad como en su frecuencia, tras un consumo continuado de 12 semanas. Esto se debe a que el azafrán ayuda a regular el sistema nervioso e influir en los receptores cerebrales que se encargan de la regulación de nuestra temperatura corporal, lo que conduce a una reducción de los sofocos.

¿Tiene efectos secundarios el azafrán?

Aunque el azafrán se considera generalmente seguro cuando se consume en cantidades normales como condimento en la cocina, puede causar efectos secundarios en algunas personas, especialmente cuando se consume en grandes cantidades o como suplemento. Algunos de los posibles efectos secundarios del consumo excesivo de azafrán incluyen:

- Toxicidad: el consumo excesivo de azafrán puede provocar toxicidad, que se manifiesta principalmente como síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea.

- Reacciones alérgicas: algunas personas pueden ser alérgicas al azafrán y experimentar síntomas como erupciones cutáneas, picazón, hinchazón de la cara y dificultad para respirar.

- Hipotensión: el azafrán puede tener un efecto hipotensor, lo que significa que puede reducir la presión arterial. Las personas que ya tienen la presión arterial baja o que toman medicamentos para la presión arterial deben tener cuidado al consumir azafrán en grandes cantidades.

- Efectos sobre el embarazo: se recomienda evitar el consumo de grandes cantidades de azafrán durante el embarazo, ya que puede tener efectos estimulantes del útero y posiblemente inducir contracciones.

- Interacciones medicamentosas: el azafrán puede interactuar con ciertos medicamentos, como los antidepresivos, los medicamentos para la presión arterial y los anticoagulantes. Si estás tomando medicamentos, es importante consultar a un profesional de la salud antes de consumir azafrán en grandes cantidades o como suplemento.

Fuente:

  • Ríos, J. L., Recio, M. C., Giner, R. M., & Manez, S. (1996). An update review of saffron and its active constituents. Phytotherapy Research, 10(3), 189-193.
  • Pérez-Ruiz, C., & Artacho-Cordón, F. (2019). Saffron as a Functional Food: Its Applications in Health and Disease. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 59(9), 1466–1477.
  • Lopresti AL, Smith SJ. The Effects of a Saffron Extract (affron®) on Menopausal Symptoms in Women during Perimenopause: A Randomised, Double-Blind, Placebo-Controlled Study. J Menopausal Med. 2021 Aug;27(2):66-78. https://doi.org/10.6118/jmm.21002

Redacción: Irene García

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