Menopausia e hiperglucemia

Menopausia e hiperglucemia

¿Puede la menopausia afectar a los niveles de glucosa en sangre? ¿Es un problema solo de las mujeres diabéticas o afecta a todas las que llegan a esta etapa?

Índice

¿Qué es la hiperglucemia?

La hiperglucemia se refiere a un nivel de glucosa (azúcar) en sangre más alto de lo normal. La glucosa es una fuente importante de energía para el cuerpo, pero cuando su concentración en la sangre excede los límites normales, puede ser perjudicial para la salud y provocar síntomas como aumento de la sed, micción frecuente, fatiga, visión borrosa o pérdida de peso inexplicada.

En personas sanas, el páncreas produce insulina, una hormona que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre al permitir que la glucosa entre en las células para ser utilizada como energía o almacenada para futuras necesidades. Sin embargo, en personas con hiperglucemia, este proceso se ve afectado, ya sea porque el páncreas no produce suficiente insulina o porque las células del cuerpo son resistentes a los efectos de la insulina. La hiperglucemia es un síntoma común de la diabetes, tanto de diabetes mellitus tipo 1 como de diabetes mellitus tipo 2.

A largo plazo, la hiperglucemia no controlada puede tener efectos perjudiciales en los órganos y sistemas del cuerpo, lo que lleva a complicaciones como problemas cardiovasculares, daño a los nervios, daño renal y problemas oculares.

El tratamiento de la hiperglucemia generalmente implica ajustes en la dieta, ejercicio regular y, en algunos casos, medicamentos, como insulina o medicamentos orales que ayudan a controlar los niveles de glucosa en sangre.

Por lo tanto, es un persona habitual en las personas diabéticas, pero ¿puede verse aumentado por la llegada de la menopausia?

¿Cómo afecta la menopausia a los niveles de azúcar en sangre?

Existen diversos estudios que han demostrado que la llegada de la menopausia aumenta hasta en un 47% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Esto se debe a la disminución de los estrógenos, la principal hormona sexual femenina que, además de causar el final de la vida fértil de la mujer, puede alterar los niveles de glucosa en sangre.

En las mujeres con diabetes tipo 1, la llegada de la menopausia puede producir descensos bruscos de los niveles de glucosa en sangre (es decir, crisis de hipoglucemia), lo que requerirá ajustar las dosis de insulina que toma la paciente. Por eso, si eres diabética debes hablar con tu endocrino cuando llegue la menopausia para hacerte controles extra y comprobar si es necesario cambiar la dosis de insulina que tomabas.

Además, no solo los estrógenos afectan a la manera en la que el cuerpo aprovecha la glucosa, el envejecimiento, que se acelera desde los 50 años (la misma edad de la llegada de la menopausia) también causa que el organismo no utilice la insulina de manera tan eficiente como lo hacía de más joven, por lo que hay estudios que revelan que hasta un 50% de mujeres postmenopáusicas padecen cierta resistencia a la insulina, aumentando los problemas de niveles de glucosa en sangre.

La menopausia también puede alterar los niveles de insulina que secreta el páncreas por parte del hígado, aunque hacen falta más estudios para comprender bien este efecto.

Y, por último, otros de los cambios asociados a la menopausia, como el aumento de la grasa visceral o la reducción de la masa muscular, también afectan a los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina.

En resumen, la llegada de la menopausia puede afectar a los niveles de glucosa en sangre de todas las mujeres, tanto aquellas que ya tenían problemas previos como a las que no, por lo que es necesario realizarse chequeos médicos que incluyan los niveles de azucare en sangre para comprobar si hace falta hacer ajustes en la medicación, el estilo de vida o comenzar a tomar medicamentos orales o insulina.

Es importante no dejar pasar este problema ya que la hiperglucemia o la hipoglucemia pueden causar graves problemas de salud a la mujer y aumentan el riesgo de osteoporosis, infecciones, problemas para dormir, enfermedades cardiovasculares, etc.

¿Cómo controlar los niveles de azúcar en sangre?

- Alimentación saludable: consume alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y granos enteros. Limita el consumo de alimentos procesados, azúcares agregados y carbohidratos refinados. Controlar las porciones y evitar excesos también es esencial. Reduce las calorías que consumes, sobre todo si tu vida es más bien activa.

- Control de carbohidratos: si tienes diabetes, monitorear y regular la ingesta de carbohidratos puede ser importante. Los carbohidratos se convierten en azúcar en el cuerpo, lo que afecta los niveles de glucosa en sangre. Debes controlar los carbohidratos que consumes, sobre todo los simples.

- Ejercicio físico regular: la actividad física ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y permite que las células utilicen mejor el azúcar en sangre. Realiza ejercicio de forma regular, como caminar, correr, nadar o practicar deportes, además de ejercicios de resistencia para mantener tu masa muscular y aprovechar mejor la insulina.

- Medicación: si tienes diabetes, debes seguir los consejos de tu médico y tomar los tratamientos recomendados en la dosis que te indique, ya sean orales o pinchados.

- Control del estrés: el estrés puede afectar los niveles de glucosa en sangre. Encuentra formas de manejar el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación, yoga o actividades que te ayuden a desconectar y relajarte.

- Mantener un peso saludable: si tienes sobrepeso u obesidad, perder peso puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre.

- Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco: el alcohol y el tabaco pueden afectar los niveles de azúcar en sangre y tener efectos negativos en la salud general.

Fuente:

Redacción: Irene García

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