¿Cómo aliviar el dolor articular en la menopausia?

Índice

• ¿Por qué duelen las articulaciones en la menopausia?
• ¿Qué otros síntomas se notan?
• ¿Cómo aliviar el dolor de las articulaciones en la menopausia?

¿Por qué duelen las articulaciones en la menopausia?

El dolor articular durante la menopausia es un síntoma común que afecta a muchas mujeres y tiene varias causas relacionadas con los cambios hormonales:

1. Disminución de estrógenos. Uno de los cambios más significativos en la menopausia es la disminución en los niveles de estrógenos, que son hormonas cruciales para la salud ósea y articular. Los estrógenos tienen un papel antiinflamatorio y protector sobre las articulaciones, y su disminución puede provocar un aumento en la inflamación y la sensibilidad en las mismas.

2. Aumento de la inflamación. La menopausia está asociada con un aumento de la inflamación sistémica, lo que puede exacerbar el dolor articular. El cuerpo puede volverse más susceptible a problemas inflamatorios como la osteoartritis, una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones.

3. Cambios en el tejido conectivo. Los cambios hormonales también afectan los tejidos conectivos como los ligamentos y los tendones, que pueden volverse más rígidos, delgados y menos flexibles, aumentando la sensación de dolor o rigidez en las articulaciones.

4. Incremento de peso. Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan un aumento de peso a causa de los cambios hormonales y la ralentización del metabolismo, lo que puede añadir más presión a las articulaciones, especialmente a las rodillas, caderas y la columna vertebral. Esto contribuye a un mayor desgaste de las articulaciones y, por ende, a más dolor.

5. Osteoartritis y otras condiciones. Las mujeres posmenopáusicas tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoartritis debido a la pérdida de cartílago articular. Además, otras condiciones como la osteoporosis también pueden contribuir al dolor articular al debilitar los huesos y aumentar el riesgo de fracturas.

Además de estos cambios asociados a la menopausia, hay otros factores que aumentan el riesgo de dolor articular, como la edad, la predisposición genética, la falta de actividad física, etc.

¿Qué otros síntomas se notan?

Además del dolor en las articulaciones, los problemas en las mismas suelen ir acompañados de otros síntomas:

- Rigidez, especialmente por la mañana o después de estar acostadas o sentadas mucho tiempo. La rigidez puede durar minutos o incluso horas.

- Hinchazón o inflamación, que puede ser leve o grave y afectar a una o más articulaciones.

- Calor y enrojecimiento en la zona afectada.

- Reducción de la movilidad y la capacidad para realizar actividades cotidianas como caminar, correr, subir escaleras, agacharse o arrodillarse, levantar objetos pesados, realizar tareas de la casa o actividades de ocio…

- Dolor agudo o punzante en las articulaciones.

- Crepitación o chasquido en las articulaciones.

- Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.

- Fatiga.

- Erupciones en la piel, manchas rojas o puntitos.

¿Cómo aliviar el dolor de las articulaciones en la menopausia?

1. Uso de medicamentos específicos, siempre recomendados por un profesional de la medicina, como corticosteroides, antiinflamatorios o paracetamol.

2. Aplicar frío o calor, en función de las necesidades de cada momento.

3. Realizar sesiones de fisioterapia si hace falta recuperar movilidad perdida y para aliviar el dolor.

4. Usar férulas para apoyar el movimiento de la articulación y aliviar de manera temporal el dolor.

5. Mantenerse activa y realizar ejercicio físico con regularidad para evitar el sobrepeso y el deterioro de las articulaciones. Además, el ejercicio de fuerza mejora la masa muscular y la salud articular. El ejercicio ayuda a aumentar el rango de movimiento, reducir la rigidez, disminuir la inflamación y mejorar la flexibilidad. Caminar, nadar, montar en bicicleta, bailar, taichí, yoga y pilates son actividades muy útiles. El estiramiento diario mejora la movilidad y reduce la rigidez en las articulaciones.

6. Llevar una dieta sana para evitar el aumento de peso y aportar todos los nutrientes que las articulaciones necesitan para estar sanas, como calcio y vitamina D que evitan la osteoporosis que puede aumentar el dolor y los problemas en las articulaciones. Consumir alimentos ricos en omega-3, como el pescado (salmón, sardinas) y semillas de lino, puede ayudar a reducir la inflamación articular. Las frutas y verduras ricas en antioxidantes como las bayas, espinacas y el brócoli tienen propiedades antiinflamatorias. Evita el consumo de ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas trans que aumentan la inflamación sistémica.

7. La acupuntura y los masajes también ayudan a aliviar el dolor articular.

8. Dormir al menos 7-8 horas por noche puede ayudar a reducir la fatiga y mejorar el estado de ánimo.

9. Incluye algunos suplementos y nutrientes que ayudan a mejorar la salud articular, como el magnesio y la vitamina K, que apoyan la salud articular y ósea; glucosamina y condroitina que se usan para aliviar el dolor articular asociado a la osteoartritis; colágeno, que ayuda a mantener la salud del cartílago y puede mejorar la elasticidad de los tejidos articulares.

10. En algunas mujeres, la terapia de reemplazo hormonal puede ser efectiva para aliviar el dolor articular asociado a la menopausia. Al reponer los niveles de estrógeno, se puede reducir la inflamación y mejorar la salud articular. Sin embargo, debe ser recetada y supervisada por un médico, ya que tiene riesgos potenciales.

11. Una postura adecuada durante el día ayuda a distribuir el peso de forma uniforme y reduce el estrés en las articulaciones, particularmente en las rodillas, caderas y espalda.

12. El estrés crónico puede aumentar la percepción del dolor. Técnicas de manejo del estrés, como la meditación, respiración profunda y mindfulness, pueden ser útiles para disminuir el malestar relacionado con el dolor articular.